Imagina un futuro donde los satélites en el espacio puedan repostar combustible como si estuvieran en una estación de servicio en la Tierra. Esa es la visión que tiene Orbit Fab, una empresa innovadora que está desarrollando lo que se conoce como “estaciones de servicio cósmicas”.
Con sede en el Harwell Space Campus, en Oxfordshire, Reino Unido, la compañía tiene la ambición de hacer realidad este concepto para el año 2027. Recientemente, Orbit Fab recibió una importante financiación de £1,3 millones del Programa Nacional de Innovación Espacial de la Agencia Espacial del Reino Unido. Este respaldo económico está destinado a su Proyecto Spitfire, que tiene como objetivo establecer la infraestructura necesaria para que los satélites en órbita puedan repostar combustible y así extender su vida útil.
Satélites que se convierten en basura espacial
Actualmente, los satélites que orbitan la Tierra no tienen la capacidad de repostar una vez lanzados. Esto significa que, cuando se les agota el combustible, dejan de ser operativos y se convierten en basura espacial, un problema que sigue creciendo. Al no poder deshacerse de esos satélites desactivados, terminan flotando sin rumbo fijo en el espacio, contribuyendo al creciente volumen de desechos espaciales.
Jacob Geer, director general de Orbit Fab UK, explica que, “hasta ahora, acoplar dos naves espaciales para transferir combustible es algo que no se ha hecho antes. Estamos tratando de cambiar eso. Queremos asegurarnos de que cualquier satélite que se envíe al espacio en el futuro tenga un puerto de repostaje, algo parecido a lo que tienen los coches. De esta manera, podremos enviar una nave con un interfaz robótico que recargue el satélite y lo mantenga en funcionamiento.”
Este avance sería un paso revolucionario en la exploración espacial, no solo porque permitiría que los satélites continúen operando por más tiempo, sino porque abriría nuevas oportunidades para misiones más largas y ambiciosas. Actualmente, las misiones están limitadas por la cantidad de combustible que pueden llevar desde su lanzamiento.
Un futuro con gasolineras en el espacio
Geer compara el concepto de las estaciones de servicio espaciales con algo que todos conocemos: las gasolineras en la carretera.
“Es como cuando sales de casa con el tanque medio lleno porque sabes que vas a encontrar una gasolinera más adelante. En el espacio, eso no existe todavía, pero en cinco o diez años, gracias a lo que estamos haciendo, podría convertirse en una realidad”, explica.
Sin embargo, el desafío no es tan simple como enviar una nave para repostar. Omar Raj, ingeniero de sistemas de fluidos en Orbit Fab, compara el proceso con repostar un auto, pero a velocidades mucho más extremas.
“Ambos vehículos estarán orbitando la Tierra a una velocidad de alrededor de 29,000 km/h. Será como una danza compleja en la que tendremos que alinear perfectamente las dos naves para que puedan transferir combustible con precisión”, explica Raj.
Según el ingeniero, el repostaje en el espacio llevaría aproximadamente cuatro horas. Aunque pueda parecer mucho tiempo en comparación con llenar el tanque de un coche, es un avance considerable si pensamos en lo que está en juego. El desarrollo de esta tecnología cambiaría las reglas del juego para la industria espacial.
Orbit Fab también tiene planes para crear una red de estaciones de servicio espaciales, que incluiría grandes depósitos de combustible en órbita y lanzaderas que podrían llevar el combustible desde estas estaciones hasta los satélites. Esta infraestructura permitiría a los satélites repostar regularmente, lo que prolongaría su vida útil y permitiría misiones más ambiciosas a largo plazo.
Un sector en expansión
La importancia de este avance no solo radica en la tecnología, sino en las enormes oportunidades económicas que abre. Según Jas Tiruvuru, gerente de desarrollo comercial de Orbit Fab para el Reino Unido y Europa, la compañía está preparando la primera demostración exitosa de repostaje de satélites en el espacio para 2027.
“Será la primera vez que se realice una demostración de repostaje entre satélites, financiada aquí en el Reino Unido”, comenta.
Si la demostración tiene éxito, el mercado de repostaje satelital podría explotar. Se estima que el sector de los satélites podría tener un valor de más de £6.300 millones (unos US $8.200 millones) para el año 2035. Esto incluye no solo la reposición de combustible, sino también la posibilidad de enviar satélites más pequeños y económicos, con la certeza de que podrán repostar en el espacio.
Además de las implicaciones comerciales, esta tecnología podría tener un impacto positivo en la gestión de la basura espacial, al reducir el número de satélites abandonados y desactivados que orbitan la Tierra.
El futuro de la exploración espacial
Con el avance de proyectos como el de Orbit Fab, el espacio podría convertirse en un entorno mucho más gestionable y eficiente. El simple hecho de poder repostar satélites en órbita prolongaría la vida útil de estas costosas naves, haciéndolas más rentables y sostenibles.
Si Orbit Fab cumple con su promesa, para el 2027 podríamos estar ante una nueva era en la exploración y el uso del espacio, donde los satélites no sean descartables, sino vehículos con la capacidad de operar durante muchos más años, haciendo del espacio un lugar más accesible y eficiente.