Sunita Williams y Barry Wilmore, los astronautas a bordo de la nave espacial Boeing Starliner, están pasando mucho más tiempo en la Estación Espacial Internacional (ISS) de lo planeado inicialmente. Por si fuera poco, se ha confirmado que podrían estar regresando hasta febrero de 2025 cuando su misión únicamente duraría 2 semanas. Todo como consecuencia de un contratiempo técnico con su nave los ha dejado “varados” en órbita, pero lejos de ser una situación de emergencia, esta prolongada estancia se ha convertido en una oportunidad única para la investigación espacial.
Así es quedar atrapado en el espacio
La idea de quedar atrapado en el espacio puede sonar poco esperanzadora, pero para los astronautas es más común de lo que todos creen. Como explica el ex astronauta Chris Hadfield, “los astronautas se consideran ‘varados’ en la Tierra, así que esto es un gran regalo”. La exploración espacial es, además de su profesión, una pasión con la que viven día con día, por lo que pasar unos cuantos días más en el microgravedad es una oportunidad invaluable.
Williams y Wilmore no son los primeros en experimentar una extensión de su misión espacial. A lo largo de la historia, una gran cantidad de astronautas han enfrentado situaciones similares debido a un sin número de razones, desde problemas técnicos hasta cambios en las condiciones políticas internacionales. Tal fue el caso del cosmonauta ruso Sergei Krikalev, quien se vio atrapado en la estación espacial Mir a causa de la disolución de la Unión Soviética.
Si bien el pasar días extra en el espacio implica que algo salió distinto dentro del plan, la NASA y otras agencias espaciales están preparadas para estos escenarios con planes de emergencia. Los astronautas reciben un entrenamiento riguroso para poder lidiar ante situaciones imprevistas y las naves espaciales están diseñadas con sistemas redundantes para garantizar la seguridad de la tripulación. En el caso de Williams y Wilmore, la NASA ha asegurado que cuentan con todos los suministros necesarios para una estancia prolongada en la ISS.
La experiencia de Williams y Wilmore, si bien no es positiva por el tiempo que tardarán en volver, está brindando a los científicos una oportunidad única para estudiar los efectos a largo plazo del espacio en el cuerpo humano. Eso quiere decir que, los datos recopilados durante esta misión, ayudarán a los investigadores a desarrollar mejores contramedidas para los problemas de salud asociados con los viajes espaciales de larga duración, como la pérdida de masa ósea y muscular.