El telescopio espacial Hubble, una de las herramientas más valiosas para la astronomía moderna, nos ha ofrecido una nueva imagen que deja sin aliento. Esta vez, se trata de un primer plano espectacular de R Aquarii, una de las estrellas más agitadas de la Vía Láctea.
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R Aquarii no es una estrella cualquiera. Está formada por dos estrellas en un sistema binario que, a pesar de sus diferencias, están unidas por un vínculo muy estrecho. Este tipo de sistemas estelares se llaman simbióticos porque las dos estrellas interactúan de una manera tan intensa que influyen en su comportamiento mutuo. En este caso, tenemos a una gigante roja en la fase final de su vida y a su compañera, una enana blanca.
¿Qué significa esto?
La gigante roja es una estrella envejecida, que ha llegado a ser más de 400 veces más grande que nuestro Sol. Además, su brillo no es constante, sino que varía a lo largo de un ciclo de aproximadamente 390 días, volviéndose mucho más brillante y luego atenuándose de nuevo. En sus momentos más brillantes, ¡puede llegar a brillar 5.000 veces más que el Sol!
Por otro lado, la enana blanca es lo que queda de una estrella que agotó su combustible nuclear hace mucho tiempo. Aunque es pequeña en comparación con su compañera, tiene una gran influencia en lo que ocurre en este sistema estelar. Y es que, a lo largo de su órbita de 44 años, la enana blanca se acerca lo suficiente a la gigante roja como para empezar a “robarle” material.
Cuando la enana blanca está lo suficientemente cerca de la gigante roja, absorbe gas hidrógeno de su compañera. Este material se acumula a su alrededor, formando un disco de acreción. Pero no todo se queda ahí: llega un momento en que la enana blanca no puede contener más material, y todo ese gas explota en un poderoso estallido.
Este fenómeno genera filamentos de gas brillante que salen disparados en todas direcciones. Hubble ha logrado capturar este espectáculo en detalle, mostrando cómo esos filamentos se retuercen y forman una estructura espiral que parece no tener fin. Estos filamentos, que brillan intensamente debido a la radiación emitida por las estrellas, son una de las características más llamativas de R Aquarii.
Lo impresionante es que estas eyecciones de material no son eventos aislados, sino que ocurren periódicamente a medida que la enana blanca sigue robando gas de la gigante roja. Cada vez que hay una explosión, parte del material es expulsado al espacio, contribuyendo a la formación de la nebulosa que rodea a las estrellas.
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La nebulosa Cederblad 211: el rastro de una explosión pasada
R Aquarii está envuelta en una nebulosa conocida como Cederblad 211. Esta nube de gas y polvo, que brilla con una luz verdosa y azulada en las imágenes de Hubble, parece ser el remanente de una explosión de nova que ocurrió hace mucho tiempo. Aunque la nebulosa es hermosa a simple vista, también es un testimonio de las violentas interacciones entre las dos estrellas.
¿Qué es una nova?
Una nova es una explosión estelar que ocurre cuando una enana blanca acumula demasiada materia y sufre una reacción nuclear en su superficie. En el caso de R Aquarii, se cree que la nebulosa que vemos hoy es el resultado de una nova que ocurrió en el pasado, y que el sistema sigue liberando material en estas explosiones periódicas, creando nuevos filamentos de gas y plasma.
Si bien estos eventos pueden parecer solo espectáculos visuales, tienen una gran importancia científica. Las erupciones de sistemas como R Aquarii son una de las formas en que se liberan elementos químicos más pesados al espacio. A diferencia del hidrógeno y el helio, que son los elementos más abundantes en el universo, elementos como el carbono, el nitrógeno y el oxígeno se forman en el interior de las estrellas.
¿Qué nos muestran las imágenes?
Las imágenes capturadas por Hubble muestran cómo R Aquarii y su nebulosa han evolucionado a lo largo del tiempo. Gracias a las observaciones que se han realizado entre 2014 y 2023, los científicos han podido crear una secuencia de imágenes que nos permite ver los cambios en el sistema a lo largo de los años.
En la secuencia, se observa cómo la estrella binaria se oscurece y se ilumina, reflejo de las pulsaciones de la gigante roja. Los filamentos de la nebulosa también muestran cambios, especialmente las zonas más azules, que parecen encenderse y apagarse a medida que la luz de las estrellas las ilumina desde distintos ángulos, como si fuera un faro cósmico.
Además, los potentes chorros de plasma, que se ven como serpentinas brillantes, siguen su viaje por el espacio, estirándose a distancias increíbles. Se estima que algunos de estos filamentos se extienden hasta 400 mil millones de kilómetros desde el núcleo de las estrellas, una distancia que es difícil de imaginar desde nuestra perspectiva terrestre.
