Todos conocemos el principal objetivo de Elon Musk: llevar a un millón de personas al planeta rojo en las próximas dos décadas, en un proyecto que incluye enormes domos habitacionales, tecnología de punta para enfrentar el clima extremo y la creación de nuevas especies adaptadas para sobrevivir en esas condiciones.
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Y es que, desde que tenía 10 años, Elon Musk quedó fascinado por la idea de la colonización espacial al leer “Fundación”, la famosa novela de ciencia ficción de Isaac Asimov. En ese libro, el protagonista crea una colonia en otra galaxia para salvar a la humanidad, una idea que sembró en Musk la ambición de hacer realidad algo similar, pero en Marte.
Hoy, esa obsesión ha tomado forma en su compañía SpaceX, que se ha convertido en la punta de lanza para alcanzar este ambicioso objetivo. El plan es claro: en 20 años, Marte debería ser un hogar viable para un millón de personas.
Una civilización autosuficiente
El propio Musk ha declarado su deseo de “morir en Marte, pero no a causa de un accidente o condiciones hostiles”. Su visión es la de una civilización plenamente establecida en el planeta rojo, con una vida cotidiana que no dependa de la Tierra. Según él, la humanidad debe volverse “multiplanetaria” para asegurar su supervivencia.
Para ello, SpaceX está desarrollando tecnologías de soporte vital, trajes especiales y soluciones extremas como explosiones termonucleares para modificar el clima de Marte. La ciudad marciana que imagina Musk no solo incluiría habitáculos en grandes cúpulas, sino también un ecosistema autosuficiente capaz de generar agua a partir de hielo, producir alimentos y generar energía con paneles solares de Tesla.
¿Una nueva especie humana en Marte?
Uno de los aspectos más polémicos y fascinantes del plan de Musk es la creación de una nueva especie humana adaptada a las condiciones marcianas. Según Musk, la bioingeniería jugará un papel clave en la adaptación de los primeros colonos. No es la primera vez que menciona esta posibilidad: en 2013 ya habló de la idea y, recientemente, ha vuelto a ponerla sobre la mesa.
Además, las investigaciones también se centran en si los humanos podrían reproducirse en Marte, un factor esencial para la continuidad de la colonia. Según reportes, Musk incluso ha bromeado con la posibilidad de ofrecer su propio material genético para estos experimentos.
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Viajes a Marte en la Starship
La nave insignia de SpaceX, la Starship, será el medio para hacer todo esto posible. Este cohete reutilizable está diseñado para transportar a 100 pasajeros por viaje, y las misiones a Marte ocurrirían cada dos años, cuando la distancia entre los dos planetas es más corta. Según estimaciones de la NASA, el trayecto tomaría unos nueve meses, aunque SpaceX cree que puede reducirlo a seis.
En los primeros vuelos no se permitirán niños, debido a los riesgos implicados; sin embargo, Musk espera que, con el tiempo, las familias puedan habitar Marte de manera segura y permanente.
Un sol artificial y grandes cúpulas
Para hacer frente a las bajas temperaturas de Marte, Musk tiene una solución tan radical como innovadora: crear un “sol artificial” mediante explosiones nucleares controladas en los polos del planeta. La idea es aumentar la temperatura y generar una atmósfera más adecuada para la vida humana.
A esto se sumarían enormes domos donde se alojarían los colonos. La principal estructura sería una cúpula gigantesca que albergaría las actividades comunitarias, mientras que a su alrededor se construirían otras cúpulas más pequeñas con los hogares. La visión es que esta ciudad sea lo suficientemente atractiva como para que los humanos deseen vivir allí, a pesar de los desafíos.
Un “Arca de Noé” moderna
Starship no solo transportará humanos, sino que funcionará como una especie de “Arca de Noé” espacial. En sus viajes iniciales, llevará consigo plantas, animales y otros recursos necesarios para establecer una colonia autosuficiente. Además, se contempla la construcción de invernaderos para la producción de alimentos en Marte.
Con SpaceX trabajando a toda máquina, su plan para colonizar el planeta rojo avanza. Si todo sale según lo planeado, en un par de décadas podríamos estar hablando de los primeros ciudadanos marcianos viviendo bajo grandes cúpulas, bajo un sol artificial y formando parte de una nueva especie adaptada a la vida en otro mundo.