China mira hacia el espacio para intentar encontrar las respuestas que solucionen sus problemas en la Tierra. Quieren ir a la Luna y fabricar una estación espacial, como la ISS, para trabajar en una cura contra el cáncer. Y ahora mandaron un satélite a la órbita de nuestro planeta con semillas y plantas y experimentar con algunas mutaciones vegetales, que mejoren la producción y calidad de sus cultivos agrícolas.
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El satélite que China mandó al espacio se llama Shijian-19. Estuvo dos semanas recorriendo los alrededores externos de nuestro planeta con semillas puestas en varios lugares estratégicos, en los que experimentara un contacto directo con las ondas de radiación solar.
La idea que tenían era visualizar con detalles la reproducción de plantas y los microorganismos en el espacio, expuestos a la radiación. Luego de un par de semanas, regresó a casa y aterrizó en una región de China llamada Dongfeng, muy cerca del Centro de Lanzamientos de Satélites de Jiuquan, de la agencia espacial del gigante asiático, informó Gizmodo.
Recuperaron todos los elementos dispuestos para la misión y los llevaron de inmediato a sus laboratorios, para analizar si es posible encontrar alguna modificación en la genética de las plantas. Todo suena como que están trabajando en el próximo virus estilo The Last of Us, pero ellos sabrán lo que están haciendo.
“Esta misión llevó a cabo experimentos de ciencia espacial, verificación de nuevas tecnologías y desarrollo de nuevas tecnologías espaciales, y se centró en promover el desarrollo y la aplicación de nuevas tecnologías espaciales. Al mismo tiempo, transportó una serie de cargas útiles de cooperación internacional y se convirtió en una buena plataforma para promover la cooperación espacial internacional, lo que es de gran importancia para promover la exploración y la utilización del espacio”, dijo la agencia espacial de China (CNSA por sus siglas en inglés) en un comunicado.
El medio antes citado informa que la idea de cultivar cosas en el espacio se está volviendo cada vez más popular. A esta iniciativa de China se han sumado empresas privadas como Varda Space, que ha cultivado cristales del fármaco ritonavir en el espacio, que se utiliza para el tratamiento del VIH, para probar cómo cristalizaría en microgravedad.
Por ahora queda esperar al informe de China sobre este experimento para conocer sus resultados.