Las sondas espaciales Voyagers, conocidas como Voyager 1 y Voyager 2, son dos de las misiones más antiguas de la NASA. Fueron lanzadas en 1977 y consta de dos aparatos que se enviaron para estudiar los planetas más lejanos del Sistema Solar, como Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y las lunas que los rodean.
Sin embargo, en su extenso viaje espacial ya pasaron estos mundo y se encuentran en el borde externo del Sistema Solar, dispuestas a explorar el entorno interestelar de la Vía Láctea.
¿Cómo le hacen para poder viajar tan lejos en el Sistema Solar y seguir su trayectoria? Las Voyager aprovecharon una rara alineación planetaria que solo ocurre una vez cada 176 años, lo que les permitió usar la gravedad de cada planeta para impulsarse hacia el siguiente, un proceso llamado “asistencia gravitacional”.
Eso las hace acreedoras de ser los objetos fabricados por los humanos, que más lejos han llegado en el espacio. Por lo tanto, no podemos dejar de preguntarnos qué distancia han recorrido en años luz.
Las sondas Voyagers en años luz
El recorrido de las sondas Voyagers se mide en unos 24 mil millones de kilómetros. Las dos naves espaciales están en una región llamada espacio interestelar, en donde ya no hay influencia de los vientos del Sol, realmente lejos. Sin embargo, todavía siguen dentro de la heliosfera, que es la burbuja de partículas y campos magnéticos que rodea al Sistema Solar.
Si eso lo contabilizamos en distancias bajo las mediciones de años luz, las sondas espaciales Voyagers de la NASA, apenas han recorrido 22 horas y 49 minutos de distancia, de acuerdo con lo que reseña Somos Cosmos.
Esta distancia y lo antiguo de su sistema, ha hecho que en ocasiones se pierda conexión entre las sondas espaciales Voyagers y los centros de comunicación de la NASA. De igual forma, los genios científicos se las han arreglado para reestablecer algunos de sus mecanismos para mantener contacto con la nave, aunque las señales tarden entre 18 y 21 horas en llegar.
