A pesar de la abundancia de cuerpos celestes, la oscuridad sigue siendo la condición predominante en el cosmos. Esta paradoja ha dejado perplejos a los astrónomos durante décadas, quienes se han preguntado cómo es realmente la oscuridad que llena los espacios vacíos entre las galaxias.
Hoy, gracias a la sonda New Horizons de la NASA, estamos más cerca que nunca de comprender la verdadera naturaleza de la oscuridad en el universo. Después de completar su misión principal, la nave ha continuado su viaje hacia los límites del sistema solar, donde ha recopilado datos sin precedentes sobre el cosmos.
New Horizons: Más allá de Plutón
La sonda, que ahora se encuentra a más de 8.800 millones de kilómetros de la Tierra, está en una posición única para estudiar el Universo sin las interferencias que afectan a las observaciones realizadas desde nuestro planeta. A esta distancia, New Horizons está lejos del polvo interplanetario y del brillo del Sol, factores que suelen dificultar la observación precisa del cosmos.
Utilizando su cámara LORRI (Long Range Reconnaissance Imager), New Horizons ha sido capaz de capturar imágenes del espacio en las regiones más oscuras del cielo, lejos del núcleo brillante de la Vía Láctea. Estas imágenes, combinadas con datos del satélite Planck de la Agencia Espacial Europea (ESA), han permitido a los astrónomos medir el Fondo Óptico Cósmico (COB, por sus siglas en inglés) con una precisión sin precedentes.
La oscuridad confirmada
Las nuevas observaciones sinópticas del fondo óptico cósmico con New Horizons, publicadas en The Astrophysical Journal, han revelado que el valor real de la intensidad luminosa del COB es de 11,16 nanovatios por metro cuadrado por estereorradián. En otras palabras, los datos confirman que la cantidad de luz en el universo es exactamente la que esperábamos encontrar si nuestras teorías sobre la evolución del cosmos son correctas.
Este hallazgo es significativo porque sugiere que no hay fuentes de luz desconocidas o componentes anómalos en el fondo óptico del Universo.
Implicaciones del descubrimiento
En primer lugar, refuerza la validez de los modelos actuales que describen la estructura y evolución del cosmos. Estos modelos, que se basan en la teoría del Big Bang y la expansión del Universo, han sido objeto de intensos debates durante décadas; sin embargo, al confirmar que la cantidad de luz observada coincide con las predicciones, los científicos pueden estar más seguros de que su comprensión del universo es sólida.
Aunque New Horizons no fue diseñada para buscar vida extraterrestre, sus datos podrían ayudar a identificar regiones del cosmos donde podrían existir condiciones favorables para la vida. Además, al proporcionar una visión más clara de la estructura del universo, la sonda podría ayudar a identificar lugares donde la vida podría haberse desarrollado en el pasado o podría desarrollarse en el futuro.
Así las cosas, y a pesar de la inmensa oscuridad que domina el cosmos, los datos sugieren que la luz que observamos proviene únicamente de galaxias conocidas, sin ninguna contribución significativa de fuentes desconocidas.