La exploración de Marte está a punto de dar un gran salto hacia el futuro gracias a la inteligencia artificial (IA): Investigadores del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA están desarrollando algoritmos de aprendizaje automático que prometen transformar la manera en que analizamos datos del planeta rojo.
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Estos nuevos algoritmos permitirán a las misiones espaciales tomar decisiones autónomas, actualizar sus rutas en tiempo real y analizar datos complejos sin necesidad de estar conectados constantemente con la central de la NASA.
Esto significa que los exploradores espaciales podrán operar de manera mucho más eficiente y efectiva, abriendo un abanico de nuevas posibilidades en la búsqueda de vida más allá de nuestro planeta.
Xiang Li, especialista en espectrometría de masas del Laboratorio de Entornos Planetarios, asegura que el algoritmo en el que vienen trabajando les ayudará a filtrar rápidamente los datos, a la vez que les indicará cuáles son los más relevantes para examinar.
MOMA
El corazón de esta innovadora tecnología será el Mars Organic Molecule Analyzer (MOMA), un dispositivo que trabajará de la mano con el rover Rosalind Franklin, anteriormente conocido como ExoMars.
El rover tiene una capacidad única para perforar hasta dos metros de profundidad y detectar material orgánico protegido de la radiación superficial, una característica clave para encontrar signos de vida en Marte.
Esta misión conjunta entre la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), programada para iniciar no antes de 2028, marcará un hito en la búsqueda de vida extraterrestre.
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Más allá
Esta tecnología no será aplicada únicamente a Marte: los científicos ya están explorando cómo aplicar estos avances en futuras misiones a lunas como Titán, Encélado y Europa, donde las condiciones podrían ser adecuadas para albergar vida. Recordemos que la IA puede ayudar a analizar grandes cantidades de datos recopilados por las misiones espaciales, identificando patrones y tendencias que podrían pasar desapercibidos para los humanos.
Dicho esto, la NASA está sacando provecho de la IA de otras múltiples maneras, que van desde la toma de decisiones autónomas (los sistemas de IA pueden tomar decisiones en tiempo real basadas en datos y condiciones cambiantes, lo que es especialmente útil en misiones donde la comunicación con la Tierra es limitada) hasta el mejoramiento de la navegación y el control de vehículos espaciales, permitiendo trayectorias más precisas y eficientes.
La IA también puede identificar patrones en imágenes y datos de sensores (ayudando a detectar características geológicas, atmosféricas o biológicas en otros planetas), así como simular y modelar comportamientos de sistemas complejos, como el clima o la geología, para predecir y prepararse para diferentes escenarios, entre muchos otros usos.
