La vida tal y como la conocemos no es posible en Marte. Sin embargo, nuestro planeta vecino siempre ha sido uno de los candidatos más fuertes para recibirnos, en caso de una catástrofe en la Tierra. Para que esto sea posible hay varios proyectos en desarrollo que se encargarían de que el planeta rojo registre las condiciones para que un humano, la flora y la fauna puedan coexistir en su superficie.
PUBLICIDAD
La atmósfera de Marte es muy delgada y eso hace que, a pesar de estar en una posición cercana al Sol (en la zona habitable), las partículas no logren atrapar el calor, lo que se traduce en que las temperaturas sean realmente gélidas, de unos -62°C, según datos obtenidos por los rovers de la NASA.
En Marte hay hielo y para que haya agua tiene que haber una atmósfera más espesa que proteja a los humanos de la radiación y que al mismo tiempo se generen temperaturas amigables para el desarrollo de la vida.
¿Cómo hacemos entonces para generar lo que necesitamos? Hay proyectos de todo tipo, uno más loco que el otro. Un científico de la NASA propuso una vez generar campos magnéticos artificiales con las que se pueda generar una atmósfera; otro científico plantea la posibilidad de mover a Marte de su órbita y que ese movimiento termine generando una capa protectora similar a la de la Tierra.
Los dos son viables, en teoría, pero al mismo tiempo excesivamente costosas, lo que las convierte en prácticamente imposibles.
El nuevo método para hacer un entorno sostenible en Marte
Un equipo de científicos estadounidenses plantea la posibilidad de esparcir polvo por Marte, de un material de minerales, que sea capaz de atrapar las partículas del Sol y así generar calor. Eso haría que el hielo se derrita y tendríamos agua en el planeta rojo.
Esas partículas de minerales se puede producir en la Tierra, pero llevarlas hacia Marte sería extremadamente costoso. Los científicos plantean la posibilidad de fabricarlas en el mismo planeta rojo.
PUBLICIDAD
Marte tiene hierro y aluminio, lo que facilita la creación de un polvo eficaz. Las partículas tendrían un tamaño de 9 milímetros, aproximadamente el doble de grande del polvo marciano actual pero más pequeño que la purpurina.
Andro4All reseña que su dispersión aumentaría la temperatura en 10ºC en apenas pocos meses a costa de un ritmo de 30 litros de partículas por segundo. Así podría seguirse durante años hasta alcanzar una temperatura más concorde con la vida tal y como la conocemos.
“La idea es básicamente crear un efecto invernadero” afirma Samaneh Ansari, autor principal del estudio.