Nos atraparon. Usamos un burdo meme de Rick & Morty que fue viral hace algunos años para hablarles de ciencia, espacio y un planeta bastante peculiar, lo suficiente como para que usemos esta clase de imágenes como conexión para poder dar un salto aún más osado para concebir lo que tenemos ante nuestros ojos. Imagina un mundo donde los años no duran 365 días, sino 167. Un lugar donde las temperaturas pueden pasar de un calor abrasador a un frío gélido en cuestión de días. Suena a ciencia ficción, ¿verdad? Pues bien, los astrónomos acaban de descubrir un planeta así que está desafiando todo lo que creíamos saber sobre la formación de mundos, pero que encima tiene una peculiaridad extra: tiene forma de pepino en su órbita.
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A 1.100 años luz de la Tierra, en un rincón remoto de nuestra galaxia, se encuentra el exoplaneta TIC 241249530 b. Este gigante gaseoso, cinco veces más masivo en sus dimensiones que Júpiter, tiene una órbita tan excéntrica que los científicos la han comparado con la forma de un pepino. La elipsis de su trayectoria es tan alargada que el planeta se acerca peligrosamente a su estrella cada seis meses, para luego alejarse a una distancia segura.
Se trata de una serie de peculiaridades únicas, pero esa trayectoria que acabamos de describir está haciendo que sea objeto de chistes, burlas y comentarios graciosos entre los múltiples medios que han abordado su existencia.
La danza cósmica de este exoplaneta tiene forma de pepino
¿Cómo llegó este planeta a tener una órbita tan peculiar? Los investigadores ha publicado una investigación relativamente reciente en una de las últimas ediciones de Nature, en donde exponen lo que creen: que la respuesta a tal diagrama tan peculiar en su trayectoria se encuentra en la interacción gravitacional con una estrella compañera. Formando con ello una curiosa danza cósmica que ha ido estirando la órbita del planeta a lo largo de millones de años, hasta convertirla en la elipse más excéntrica y objeto de malos chistes que jamás haya sido observada.
Pero la historia no termina aquí, no es así de burda, porque la cosa podría ponerse incluso más irónica, ya que los científicos predicen que la órbita de este planeta seguirá cambiando para adquirir una nueva forma. De hecho, a medida que pierda energía el planeta se irá acercando cada vez más a su estrella hasta convertirse en un “Júpiter caliente”. Estos planetas son gigantes gaseosos que orbitan muy cerca de su estrella, y alcanzan temperaturas extremadamente altas.
Ante tal escenario la gravedad y tensión entre ambos cuerpos cambiaría su forma, ritmo y trayectoria. No adoptaría la forma de un pepino necesariamente pero es probable que al no ser perfectamente redonda ni elíptica seguirá siendo una órbita graciosa para algunos amantes de observar los astros.
Lo cierto es que a final de cuentas el descubrimiento de este exoplaneta es una verdadera mina de oro para los astrónomos. Ya que nos brinda una oportunidad única para estudiar cómo se forman y evolucionan los sistemas planetarios. Además, nos ayuda a comprender mejor los procesos que dieron origen a nuestro propio Sistema Solar.
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¿Cuántos pepinos más hay allá afuera?
El artículo de Nature, es más que nada anecdótico, si bien los amigos de CNN hicieron una investigación muy amplia y erudita nosotros no pudimos dejar pasar la oportunidad de abordarlos de manera un poco más ligera y amena.
El universo sigue sorprendiéndonos con mundos extraños y maravillosos. El descubrimiento de TIC 241249530 b nos demuestra que aún tenemos mucho por aprender sobre el cosmos.
Lo más emocionante es que cada nuevo descubrimiento nos acerca un poco más a responder las dos preguntas que todos nos hacemos: ¿estamos solos en el universo? y ¿cuántas órbitas con formas de vegetales hay en el cosmos?
