El vasto y misterioso universo ha sido escenario de innumerables misiones espaciales a lo largo de las décadas, pero no todas han sido convencionales. En la búsqueda constante de innovación y conocimiento, los astronautas han llevado consigo una serie de objetos inusuales y sorprendentes más allá de la atmósfera terrestre.
Estos objetos no solo incluyen tecnología avanzada y herramientas científicas, sino también curiosidades que van desde íconos de la cultura pop hasta excentricidades gastronómicas.
El triste caso de Laika
Existen dos formas de enviar cosas al espacio: una es mediante transmisiones de sonido y la otra implica el envío físico de objetos. Quizá uno de los “envíos físicos” más memorables fue el de Laika, una perrita callejera de Moscú que se convirtió en uno de los animales más famosos del mundo al ser el primer ser vivo en orbitar la Tierra.
El 3 de noviembre de 1957, Laika fue lanzada al espacio a bordo del Sputnik 2, una misión soviética cuyo objetivo principal era demostrar la viabilidad de enviar un ser vivo al espacio y estudiar los efectos de los vuelos espaciales en organismos vivos.
La elección de Laika fue, en parte, debido a su resistencia y tamaño adecuado para la pequeña cápsula; sin embargo, a pesar de los esfuerzos por garantizar su bienestar, Laika no sobrevivió al viaje 🙁
Objetos ñoños
Si bien miles de objetos han sido enviados al espacio, uno memorable es el sable láser usado por Luke Skywalker en El Retorno del Jedi, de la saga StarWars. La NASA apoyó este envío como parte de una colaboración con Lucasfilm para conmemorar el 30 aniversario de la franquicia. Después de cumplir su misión en órbita, el sable fue devuelto a la productora como un peculiar recuerdo de la influencia de la ciencia ficción en la exploración espacial.
También en 2011, la NASA incluyó figuras de Lego en la misión Juno, que tenía como objetivo estudiar el planeta Júpiter. Estas figuras representaban al dios romano Júpiter, su esposa Juno y Galileo Galilei, el famoso astrónomo italiano.
Y si de ñoños se trata, no podemos olvidar cuando Elon Musk, en 2018, a través de su empresa SpaceX, envió un automóvil Tesla Roadster. Esta hazaña no solo capturó la atención del público, sino que también sirvió como un símbolo de la ambición de la exploración espacial privada.
Otros artículos del mundo geek incluyen las cenizas de Gene Roddenberry, creador de la serie Star Trek, y parte de las cenizas de Clyde Tombaugh, descubridor de Plutón, como homenaje póstumo. Ambos visionarios optaron por un “último viaje en el cosmos”, cumpliendo así sus deseos de estar ligados eternamente a la exploración del universo.
Otros objetos
La lista de otros de los objetos más raros enviados al espacio también incluye:
- Un concierto de 15 minutos en un Theremín (el instrumento más raro del mundo).
- Una versión de la canción “Across the Universe”, con un mensaje de Paul McCartney: “Send my love to the aliens”.
- Una invitación en idioma Klingon (de la serie Star Trek) para asistir a una ópera Klingon en la Tierra.
- Un video de los mejores momentos de las gimnastas de Rumania de 2006.
- ADN de Stephen Colbert en un microchip.
- La Declaración Universal de los Derechos Humanos.
- Una copia de The Martian Chronicles, de Ray Bradbury, en DVD.
- Un discurso de 6 minutos de Stephen Hawking.
- La foto del motor de un Audi.
La gastronomía también se coló en el cosmos
Pizza Hut hizo historia en 2001, luego de entregar una pizza a la tripulación de la Estación Espacial Internacional. El “delivery” costó US $1 millón, mientras que la pizza requirió de algunos ajustes en sus ingredientes para que pudiera adaptarse a la microgravedad.
El disco de oro: Los sonidos de la Tierra
En 1977, la NASA también lanzó las sondas espaciales Voyager 1 y 2 para estudiar las zonas fuera del sistema solar. Carl Sagan y otros miembros del comité de la NASA prepararon un disco de oro como una forma de retratar la vida en la Tierra a través de sonidos e imágenes, cual “cápsula del tiempo” para cualquier forma de vida inteligente que pueda encontrarlos en el vasto universo.
El disco incluye saludos hablados en 55 idiomas diferentes, los cuales se encuentran en la cuenta de SoundCloud de la NASA. Además, cuenta con muestras de sonidos humanos como risas, música y sonidos de la naturaleza.
En 2020, ambas sondas estaban a más de 11.000 millones de millas de la Tierra (tres veces la distancia desde la Tierra hasta Plutón); sin embargo, todavía faltan 40.000 años para que las sondas encuentren otro sistema planetario.