En la historia de la exploración espacial, existen algunas tragedias que lo cambiaron todo. Tal es el ejemplo del transbordador espacial Columbia, en su misión STS-107, que el 1 de febrero de 2003 se desintegró durante su reentrada en la atmósfera terrestre, a solo 16 minutos de su aterrizaje programado. Aquel accidente fue devastador, y se enmarcaba en el fin de una misión que había comenzado el 16 de enero, marcando el vigésimo octavo vuelo del Columbia.
Con el tiempo, se estableció que la catástrofe se debió al daño en el sistema de protección térmica del ala izquierda del transbordador, causado por un trozo de espuma aislante que se desprendió del tanque externo durante el lanzamiento. Pero por más explicaciones lógicas que se le pudieran encontrar, lo cierto es que la vida de sus siete tripulantes se perdió para siempre.
La tripulación de la misión STS-107 del transbordador espacial Columbia estaba formada por diversas personalidades. Su comandante era Rick D. Husband, y lo acompañaban el piloto William C. McCool y los especialistas de misión Michael P. Anderson, Ilan Ramon (el primer astronauta israelí), Kalpana Chawla (astronauta india), David M. Brown y Laurel B. Clark. ¿Su objetivo? Llevar a cabo más de 80 experimentos científicos durante su estancia en el espacio.
La historia de Kalpana Chawla, una de las tripulantes del Columbia
Dentro de los especialistas de misión, muchos salían de nuestro planeta por primera vez. Pero aquel no era el caso de Kalpana Chawla, considerada la primera mujer de origen indio en viajar al espacio, y que en este caso volaba por segunda vez fuera de la Tierra. Pero claro, su carrera se vio truncada luego de perder trágicamente la vida en el desastre del transbordador espacial Columbia, minutos antes del aterrizaje previsto en el Centro Espacial Kennedy en Florida.
Chawla nació en Karnal, India, en 1961, y se consolidó como una figura inspiradora y una heroína nacional en su país natal. Su carrera en la NASA comenzó después de estudiar ingeniería aeronáutica y un doctorado en ingeniería aeroespacial en la Universidad de Colorado. Más tarde, antes de unirse a la NASA, Chawla adquirió experiencia valiosa en el campo de la dinámica de fluidos computarizados en Silicon Valley y trabajó en la investigación de la simulación de problemas relacionados con el movimiento de cuerpos múltiples.
Su primer vuelo espacial fue la misión STS-87, realizada en 1997 y la cuarta del programa Spacelab de la NASA, donde ella y su equipo realizaron experimentos centrados en la microgravedad y observaciones del sol, y también fue a bordo del transbordador espacial Columbia.
En tanto, su segunda y última misión fue la STS-107, llevada a cabo en 2003 y orientada completamente a la investigación científica, incluyendo más de 80 experimentos que, desafortunadamente, terminaron siendo la antesala de una enorme tragedia cuando el transbordador se desintegró durante su reentrada a la atmósfera terrestre.
Tras ello, el nombre de Kalpana Chawla quedó trágicamente inscrito en la historia. Hasta hoy su legado sigue vivo tanto en la comunidad científica internacional como en su India natal, donde se le recuerda como un símbolo de coraje y dedicación. Tras su fallecimiento, múltiples instituciones educativas y programas de investigación han sido nombrados en su honor, inspirando a generaciones futuras a perseguir sus sueños en la ciencia y la tecnología.