Estamos entrando a una nueva era de la exploración espacial, en donde sólo será posible plantearse llegar a donde el ser humano jamás ha ido, como el planeta Marte, sino que encima volveremos a sitios olvidados hace décadas, como la Luna y de paso con el apoyo de compañías como SpaceX o Blue Origin se está abriendo una nueva rama dedicada a los turistas espaciales. El futuro es promisorio, pero hay una pregunta que sigue generando grandes dudas: ¿Qué tanto afecta al cuerpo humano los viajes al espacio?
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Responder a esta pregunta es crucial no solo para las agencias espaciales y astronautas que aspiran a llegar a Marte, sino también para la floreciente industria de estos visitantes temporales de las alturas más inhóspitas, donde las compañías estarían gustosas de llevar allá arriba a cualquier persona que pueda pagar lo que cuesta un viaje, literalmente, fuera de este mundo.
Queda mucho por recorrer para poder tener un análisis más completo sobre los efectos del espacio en la salud humana y el cuerpo de cualquier individuo, pero por lo pronto se han publicado algunos avances de un proyecto interesante en justo ese rubro, que utiliza nuevos datos de cuatro turistas espaciales de SpaceX a bordo del primer vuelo orbital totalmente civil realizado en 2021.
El estudio con los turistas espaciales de SpaceX nos ilumina sobre lo que le sucede al cuerpo humano
De acuerdo con un imperdible artículo de Washington Post, Investigadores de más de 100 instituciones de todo el mundo examinaron los datos recolectados en este grupo de turistas de la compañía espacial de Elon Musk y encontraron que nuestros cuerpos experimentan diversos cambios durante el viaje espacial, pero la mayoría de ellos vuelven a la normalidad por completo a los pocos meses de regresar a la Tierra.
Por ejemplo, ya se sabía que los vuelos espaciales provocan un alto nivel de estrés en nuestros cuerpos, desde la radiación hasta el efecto desorientador de la ingravidez. Los estudios pasados en astronautas han demostrado que pueden causar problemas de salud como pérdida de masa ósea, problemas cardíacos, visuales y renales a mediano plazo.
Sin embargo, el tamaño de la muestra de astronautas es pequeño, ya que menos de 700 personas han viajado al espacio en lo que va de la historia de la humanidad y los gobiernos pueden ser recelosos con cierta información. Afortunadamente, los cuatro turistas estadounidenses que pasaron tres días en el espacio durante la misión Inspiration4 aceptaron que sus datos se hicieran públicos.
Los primeros resultados de estos turistas espaciales, comparados con los de 64 astronautas, se publicaron el martes en la revista Nature. os investigadores encontraron que durante su estancia en el espacio, las personas experimentaron cambios en la sangre, el corazón, la piel, las proteínas, los riñones, los genes, las mitocondrias, los telómeros, las citoquinas y otros indicadores de salud. Sin embargo, alrededor del 95% de estos biomarcadores volvieron a su nivel normal en tres meses.
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Ir al espacio afectaría algo aunque no representaría un impacto radical a la salud
La gran conclusión es que las personas se recuperan rápidamente después de un vuelo espacial, de acuerdo con las declaraciones de Christopher Mason, de Weill Cornell Medicine y uno de los autores principales del estudio para el comunicado oficial de la propia universidad.
Mason espera que este “examen más profundo que jamás hayamos tenido de una tripulación espacial” ayude a los científicos a comprender qué medias serían necesarias implementar en el futuro para proteger a los turistas espaciales y a los propios astronautas profesionales.
La misión Inspiration4, como lo abordamos hace algunos años, fue financiada por su multimillonario capitán Jared Isaacman, bajo el objetivo de demostrar que el espacio es accesible para personas que no han pasado años entrenando para ir allá.
En su momento los cuatro astronautas civiles se sometieron a rigurosos exámenes médicos y volaron allá, presentando algunas alteraciones en su cuerpo y salud pero al final todo fue transitorio, aparentemente.
