Las tormentas solares son perturbaciones temporales en la magnetosfera terrestre causadas por la actividad del Sol. Se producen cuando estre astro celeste libera una gran cantidad de energía en forma de erupciones solares o eyecciones de masa coronal. Estas emisiones de partículas cargadas y radiación electromagnética viajan a través del espacio y pueden interactuar con la Tierra cuando llegan a nuestro planeta.
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Si bien la probabilidad de un evento catastrófico es baja, este fenómeno puede ser peligroso para la infraestructura tecnológica moderna. En este momento se está hablando mucho de ellas porque un torrente de actividad solar en mayo de 2024 ha desatado algunas de las tormentas más intensas en décadas, junto con auroras boreales que han cautivado a observadores de todo el mundo.
A principios de mayo, una serie de erupciones solares y eyecciones de masa coronal (CME) lanzaron un torrente de partículas cargadas y campos magnéticos hacia la Tierra. Estas nubes solares, que viajaban a velocidades de hasta 4,8 millones de kilómetros por hora, se combinaron para crear una tormenta geomagnética de larga duración que alcanzó la categoría G5, la más fuerte en la escala desde 2003.
Auroras boreales épicas iluminan los cielos
La tormenta geomagnética provocó auroras boreales de una intensidad pocas veces vista. Estas luces celestiales, producto de la interacción de las partículas cargadas del Sol con la atmósfera terrestre, fueron visibles en latitudes inusualmente bajas, incluyendo partes del sur de Estados Unidos y el norte de India.
Miles de personas enviaron sus observaciones de las auroras a la plataforma de ciencia ciudadana Aurorasaurus, financiada por la NASA. Estos datos están ayudando a los científicos a comprender mejor este fenómeno y su impacto en la Tierra.
Si bien la tormenta de mayo de 2024 fue significativa, los científicos aún la están comparando con eventos históricos. Según el índice Dst, una medida de la fuerza de las tormentas geomagnéticas, esta tormenta fue similar a las de 1958 y 2003. En cuanto a la visibilidad de las auroras, algunos informes sugieren que podrían rivalizar con las observadas en latitudes bajas durante los últimos 500 años, pero aún se está evaluando esta afirmación.
Las tormentas solares pueden tener un impacto significativo en la tecnología, incluyendo satélites y redes eléctricas. Antes de la tormenta, las agencias espaciales y los operadores de infraestructura emitieron alertas y tomaron medidas para mitigar los posibles daños.
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En el futuro, la NASA planea lanzar nuevas misiones espaciales como la Constelación de Dinámica Geoespacial y el Acoplamiento Dinámico Neutro Atmósfera-Ionosfera para estudiar mejor la interacción entre el Sol y la Tierra. Estas misiones proporcionarán datos cruciales para proteger a los astronautas y la infraestructura espacial en futuras misiones a la Luna y Marte.
Ojo que la actividad solar continúa
Si bien, la región solar responsable de la tormenta de mayo ha girado fuera de vista desde la Tierra, la actividad solar continúa. La NASA sigue observando el Sol con sus naves espaciales, como el Observatorio de Relaciones Solares-Terrestres (STEREO) y está preparada para estudiar cualquier nueva tormenta que pueda surgir.
Las tormentas solares de mayo de 2024 sirven como un poderoso recordatorio de la influencia del Sol en nuestro planeta y la necesidad de comprender y prepararse mejor para estos eventos espaciales.