Nos estamos asando: La NASA comparte cómo se ven las olas de calor desde el espacio

El calentamiento global es el problema más importante de la época en que vivimos. Y es que el planeta enfrenta series daños a su clima, un fenómenos que se caracteriza por aumentar la temperatura media de la Tierra y que es provocado principalmente por la acumulación de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, metano y óxidos de nitrógeno, emitidos mayormente por los humanos, incluyendo la quema de combustibles fósiles y la deforestación. Aquello ha derivado en distintos efectos adversos para la humanidad, como el aumento del nivel del mar o patrones climáticos extremos que resultan en sequías e inundaciones severas.

En ese contexto, la NASA compartió hace algún tiempo cómo se ven las olas de calor que azotaron a Europa, Norte de África, Medio Oriente y Asia, y que alcanzaron temperaturas de hasta 40° grados, estableciendo nuevos récords mundiales.

¿Cómo se ve la ola de calor en México?

En todo el mundo, y especialmente donde sabemos que el calor ha sido extremadamente intenso, la comunidad científica y la población en general deberían preocuparse. Y es que las imágenes de la NASA dejan en claro cómo la humanidad se ha visto afectado por temperaturas extremadamente altas, que en el visor satelital se presentan como manchas oscuras que van del naranja intenso al rojo.

Por eso, estas imágenes sirven para concientizar al mundo de los daños producto del cambio climático, que según expertos de la Organización Meteorológica Mundial serán cada vez más comunes y severos, lo que requiere una acción global más decidida y coordinada en la lucha en defensa del medio ambiente.

Así, en la foto se puede ver claramente el alcance de las olas de calor. Utilizando una gama de colores que va del azul al rojo intenso, las imágenes muestran zonas como la mitad de África y partes de Europa con tonos de rojo intenso, indicando temperaturas extremadamente altas. En ciudades como Sevilla, España, se registró una temperatura de 42.2°C, mientras que en Irán y Shanghai, China, las temperaturas alcanzaron los 46.5°C y 37.6°C respectivamente.

Por supuesto que estas altas temperaturas representan un riesgo para la salud humana, y también reflejan graves consecuencias para el medio ambiente, como el aumento de incendios forestales. Por ahora la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio invita a seguir las recomendaciones de las autoridades para protegerse del calor extremo y mitigar los efectos de estas olas de calor prolongadas. Y ya veremos cómo aumenta esta crisis en los próximos años.

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