Los científicos que se dedican a la exploración espacial podrían haber encontrado un detalle particular que los ayudaría a encontrar vida extraterrestre: el color. Cuando los astrónomos o astrofísicos analizan los entornos de los exoplanetas, suelen enfocarse en elementos como los que desarrolla nuestro mundo. Sin embargo, la clave podría estar en otro proceso que ejecuta la Tierra, que no es tan común, pero que al fin es uno de los equivalentes a la vida.
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El color que predomina en la Tierra es el verde, un elemento relacionado al proceso de fotosíntesis, en el que las plantas, algas y algunas bacterias convierten la luz solar, el dióxido de carbono y el agua en energía química, generalmente en forma de glucosa, liberando oxígeno como subproducto.
Este proceso, al ser esencial para la vida ya que proporciona la base energética para la mayoría de los ecosistemas y es responsable de la producción del oxígeno que respiramos, es buscado de manera incesante en cada exoplaneta que descubrimos en el Universo. Pero ahora, gracias a un estudio científico del Instituto Carl Sagan (CSI), los expertos podrían enfocar la búsqueda teniendo en cuenta otro color, que claramente está relacionado a otro proceso natural.
Aquí mismo en la Tierra, hay regiones en los que la luz o el oxígeno no llegan y las bacterias alojadas en estos lugares acuden a otros métodos para hacer fotosíntesis. Entonces dejan como resultados organismos con pigmentos color púrpura, lila o morado.
Es hacia este tipo de organismos que la ciencia debería apuntar, para buscar vida extraterrestre, según la investigación de la Dra. Ligia Fonseca Coelho, asociada postdoctoral en el CSI.
La investigación lleva como nombre: “El púrpura es el nuevo verde: biopigmentos y espectros de mundos púrpuras similares a la Tierra”, y fue publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
“Las bacterias púrpuras pueden prosperar en una amplia gama de condiciones, lo que las convierte en uno de los principales contendientes para la vida que podría dominar una variedad de mundos”, dijo la Dra. Ligia.
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“Necesitamos crear una base de datos de signos de vida para asegurarnos de que nuestros telescopios no pasen por alto la vida si no se parece exactamente a lo que encontramos a nuestro alrededor todos los días”, dijo la coautora del estudio, Lisa Kaltenegger.
Las expertas dicen que existe la posibilidad de que ese tipo de vida, que existe en nuestro planeta, podría ser el común en otro mundo y lo estaríamos pasando por alto. “Un sol rojo favorecería las condiciones de este método”, dicen las científicas en el estudio.
El equipo de investigación creó un modelo de desarrollo en el que prevalecen las bacterias con pigmentos púrpuras, para poder identificar sus componentes en alguno de los exoplanetas esparcidos por el universo