Antes de que un astronauta pise de nuevo la Luna, la NASA manda tres rovers lunares que tienen el tamaño de un autito de juguete. Ya desde la agencia espacial tienen todo listo para enviar estos dispositivos que tienen una sorprendente característica que los diferencia de cualquiera de su estilo: son autónomos y se comunican entre sí.
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Se trata del proyecto Exploración Robótica Distribuida Autónoma Cooperativa (CADRE por sus siglas en inglés). El Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL) es el encargado de completar los últimos detalles de los rovers para que cumplan su misión más importante, mapear toda la Luna.
Su desarrollo es impresionante, según la descripción que hace el sitio oficial del JPL. “Al comunicarse a través de radios de red en malla entre sí y con una estación base a bordo de un módulo de aterrizaje lunar, los rovers serán en gran medida autónomos, tomando decisiones y actuando sin la necesidad de una intervención humana constante”, informan los expertos del laboratorio de ingeniería espacial más grande de la NASA.
Cada vehículo tiene cuatro ruedas y reciben energía gracias a paneles solares instalados en su cuerpo, tal y como se aprecia en las imágenes que les mostramos. “Tienen aproximadamente el tamaño de un bolso de mano y está equipado con dos cámaras estéreo, sensores de navegación y un radar multiestático de penetración terrestre para mapear el terreno lunar en 3D”, explica la NASA por medio del JPL.
Durante un día lunar, equivalente a dos semanas terrestres, estos robots realizarán un mapeo detallado de la superficie lunar, utilizando un radar para obtener información del subsuelo. Lo que será de gran ayuda para la tripulación del Artemis en exploraciones futuras tripuladas.
Los informes de la NASA sostienen que el lanzamiento de los rovers CADRE serán a finales de este 2024. Hasta ahora no hay postergación o cambio en la programación de la agencia espacial norteamericana.