Viajar al espacio no es como ir al supermercado. No se trata de poner las llaves en el auto, encenderlo y manejar hasta el local para comprar los víveres. Una misión hacia las afueras de la Tierra necesita de una serie de procesos que implican dinero, organización y mucha seguridad. Ni hablar de cuando el viaje es tripulado, cada detalle debe ser chequeado el doble, ya que hay vidas en riesgo.
Es por eso que en esta reseña vamos a abordar todo lo que implica cancelar o abortar un vuelo espacial que estaba a punto de despegar. La cantidad de dinero y componentes que no son reutilizables provocan una pérdida irrecuperable.
Ojo, esto no es una crítica para las agencias espaciales. Cuando una misión debe ser abortada y hay astronautas en peligro, lo más sensato es acudir a este método que, aunque sea extremo, es mejor que poner una vida o la nave espacial completa en riesgo.
Pérdidas millonarias por abortar una misión espacial
Encender el motor de una nave espacial, ya implica el gasto de una incontable cantidad de combustible y elementos químicos. Apagarlos sin despegar significa que de nuevo se van a volver a cargar y por lo tanto hay doble gasto de recursos para las agencias espaciales.
Las pérdidas se calculan en millones de dólares cada vez que un despegue se aborta.
Otra cosa de la que no se suele hablar es de los permisos para volar. Se necesita autorización para cerrar el espacio aéreo en la zona de lanzamiento para evitar colisiones con otras aeronaves y esto, en consecuencia, genera pérdidas de manera indirecta a la aviación comercial.
Los lanzamientos espaciales podrían ser suspendidos por condiciones climáticas o por algún detalle en el funcionamiento de la nave o el cohete espacial.
SpaceX y la NASA tuvieron al menos 10 misiones abortadas por inconvenientes en la nave espacial o por condiciones climáticas.
Roscosmos abortó una misión tripulada
Lo más reciente pertenece a Roscosmos, que este 21 de marzo canceló una misión tripulada que iba a viajar a la Estación Espacial Internacional (ISS) con tres astronautas. El viaje estuvo a 20 segundos de despegar. Afortunadamente no hay heridos y todos están bien.
Iban a viajar Tracy Dyson de la NASA, Oleg Novitsky de Roscosmos y Marina Vasilevskaya de Bielorrusia, según Infobae. El problema con la nave espacial fue una baja de voltaje en uno de los sistemas eléctricos del cohete.
