Los agujeros negros son los objetos más masivos, misteriosos y aterradores de todo el Universo. Ni siquiera la luz, que es lo más veloz que conocemos en la existencia, tiene la fuerza para escapar de ellos. Se podrán imaginar que queda para el resto de los elementos que se encuentren cerca de estos majestuosos fenómenos.
Si uno solo es aterrador que podemos esperar si hay dos juntos. Y que además, este par se encuentre a punto de colisionar para hacer una increíble fusión que provocará eventos realmente catastróficos en el Universo.
Eso fue lo que encontró un equipo de científicos de la Universidad de Stanford, en los Estados Unidos. Usando datos del telescopio Gemini Norte encontraron a este par de eventos masivos que cuando se terminen de unir tendrán una masa que será 28 millones de veces más grande que el Sol.
Los agujeros negros están situados en una galaxia elíptica llamada B2 0402+379, que se encuentra a 750 millones de años luz, según el portal de Nat Geo. El equipo de científicos, aparte de detectar a este par de fenómenos masivos encontró que comparten órbita, es decir que cada segundo que pasa van encaminados el uno hacia el otro para fusionarse.
“Estamos deseando realizar investigaciones de seguimiento del núcleo de B2 0402+379, en las que analizaremos la cantidad de gas presente. Esto debería darnos más información sobre si los agujeros negros supermasivos pueden llegar a fusionarse o si se quedarán varados como binarios”, dijo uno de los líderes de la investigación, Tirth Surti, astrofísico de la Universidad de Stanford.
La fusión de dos agujeros negros es un fenómeno que propone la teoría de la relatividad general de Albert Einstein. Según las estimaciones del icónico científico alemán estos eventos masivos son regiones del espacio-tiempo donde la gravedad es tan intensa que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de su atracción.
Entonces, cuando dos agujeros negros están lo suficientemente cerca el uno del otro, pueden acabar orbitándose mutuamente debido a la atracción gravitatoria.
Cuando dos agujeros negros orbitan uno alrededor del otro, emiten ondas gravitacionales, que son perturbaciones en el espacio-tiempo. Estas ondas gravitacionales llevan energía y momentum, lo que hace que la órbita de los agujeros negros se vaya reduciendo con el tiempo. Finalmente, los agujeros negros pueden llegar a fusionarse en uno solo.
Hay observaciones astronómicas que han confirmado, de manera indirecta, la fusión de dos agujeros negros. En 2015, el Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO) anunció la detección directa de ondas gravitacionales provenientes de la fusión de dos agujeros negros.