La exploración en la Luna está avanzando y bastante rápido. Hace unos días escuchábamos que la misión privada Odysseus logró aterrizar en el polo sur lunar, mismo lugar donde hace un par de meses alunizó la India.
Por su parte, la NASA planea el regreso de la humanidad a la Luna con su misión Artemis, reprogramada para 2026.
Esta será la sucesora de las misiones Apolo, que entre 1969 y 1972 lograron llevar a los primeros seres humanos a nuestro satélite natural.
Y, curiosamente, otro aspecto que tienen en común ambas misiones espaciales de la NASA es la inspiración de sus nombres en figuras mitológicas de la antigua Grecia.
El origen del programa Apolo
El programa Apolo debe su nombre al dios griego del sol, la música y la curación, lo que parece ser una oda a su grandiosidad y espíritu explorador.
La historia detrás de su denominación es de dominio público y se remonta a Abraham “Abe” Silverstein, quien se desempeñó como Director de la oficina de programas de vuelos espaciales de la NASA desde 1958.
Este personaje, sin razón aparente, rememoró los tiempos en los que aprendió sobre este Dios griego que montaba un vehículo tirado por caballos con alas.
Sacó el tema durante un almuerzo de trabajo en Washington DC, y al parecer fue suficiente para conseguir la aprobación del resto de la NASA.
“Tendría que haber un nombre que se destacara en las mentes de la gente. Ya saben, por ejemplo algo así como Apolo. No estoy diciendo que haya que poner ese nombre, pero tiene que ser algo así”, les dijo en ese momento, según recordó Silverstein muchos años después.
Tras ello, de inmediato se le comenzó a llamar internamente Misión apolo y nadie tuvo ninguna objeción al respecto.
¿Y qué pasa con Artemis?
Artemis, por su parte, simboliza la continuidad y expansión de las ambiciones de la NASA hacia nuevas fronteras.
Se trata de la Diosa de la Luna, la caza y los bosques en la mitología griega, y es precisamente la gemela de Apolo dentro de esta creencia.
Para la NASA, Artemis erigirá “nuestro camino a la Luna”, por lo que su nombre simboliza un nuevo capítulo en el que los astronautas regresarán al satélite con el gran objetivo de sentar bases y avanzar en la tecnología espacial.
“Cuando aterricen, los astronautas estadounidenses pondrán un pie donde ningún ser humano ha estado antes: el Polo Sur de la Luna”, sentencia la agencia en su web.