El agujero negro de la Vía Láctea, nuestra galaxia, había sido teorizado desde hace unos 50 años aproximadamente. Sin embargo, no fue hasta hace un par de años que fue confirmado, con una sorprendente fotografía que todavía causa un alto impacto en la comunidad científica.
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Para los expertos en la materia, es un fenómeno nuevo del que aprenden cada día con diferentes observaciones que se hacen por medio de los observatorio espaciales y terrestres.
Una reciente investigación, reflejada en el sitio oficial de la NASA, indica que Sagitario A* (o Sgr A*) (el agujero negro) se está moviendo mucho más rápido de lo que pensaban. Tanto que podría estar deformando el espacio tiempo.
Una combinación de datos entre el Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA y el Very Large Array (VLA) logró detectar esta característica del agujero negro. Para poder determinar qué tan rápido se mueve, los científicos observaron cómo fluye el material hacia y desde el agujero negro.
Descubrieron que Sgr A* gira con una velocidad angular de aproximadamente el 60% del valor máximo posible y con un momento angular de aproximadamente el 90% del valor máximo posible. Eso hace que tome una forma circular y parezca una pelota de fútbol cuando la patean.
“Los agujeros negros tienen dos propiedades fundamentales: su masa (cuánto pesan) y su giro (qué tan rápido giran). La determinación de cualquiera de estos dos valores les dice a los científicos mucho sobre cualquier agujero negro y cómo se comporta”, explica la NASA en un comunicado.
El nuevo estudio sugiere que Sgr A*, de hecho, está girando muy rápidamente, lo que hace que el espacio-tiempo a su alrededor se aplaste. La ilustración muestra una sección transversal de Sgr A* y el material arremolinándose a su alrededor en un disco. La esfera negra en el centro representa el llamado horizonte de sucesos del agujero negro, el punto de no retorno del que nada, ni siquiera la luz, puede escapar, explica la NASA.
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Lo novedoso del fenómeno, es que captar la velocidad con la que se mueve el agujero negro, nos enseña a que el evento masivo puede actuar como una importante fuente de energía.
Los agujeros negros supermasivos en rotación producen flujos colimados, como chorros, cuando se extrae su energía de rotación, lo que requiere que haya al menos algo de materia en las proximidades del agujero negro. Debido a la escasez de combustible alrededor de Sgr A*, este agujero negro ha estado relativamente tranquilo en los últimos milenios con chorros relativamente débiles.