Las puestas de Sol son de los eventos más impresionantes que tiene nuestro planeta. Millones de personas alrededor del mundo disfrutan de este espectáculo visual que involucra múltiples procesos astronómicos y científicos, además de su propia belleza natural.
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Investigadores de las ciencias espaciales quieren ir un paso más adelante de la humanidad y se plantean el saber cómo son los atardeceres en otros cuerpos de nuestro Sistema Solar o incluso de regiones profundas de la galaxia.
El Dr. Gerónimo Villanueva, científico del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, ha realizado un estudio en el que encuentra detalles de cómo son las puestas de Sol en cinco mundos de nuestro Sistema Solar y en un exoplaneta, según Meteored.
Para su estudio considera datos conocidos de estos cuerpos, como su atmósfera y distancia con respecto a su estrella masiva.
Tierra: En nuestro hogar celestial, los atardeceres se caracterizan por una gama impresionante de colores, desde tonos suaves de rosa y naranja hasta púrpuras profundos. Este espectáculo de luz se debe a la dispersión de las partículas en la atmósfera terrestre, que separan los colores del espectro solar y crean una paleta vibrante para el ocaso.
Venus: El vecino ardiente de la Tierra, Venus, ofrece un atardecer de otro mundo. Su densa atmósfera, compuesta principalmente de dióxido de carbono, difumina la luz solar, creando un resplandor suave y uniforme que se extiende por el horizonte. Los cielos venusianos pueden teñirse de tonos anaranjados y dorados, sumergiendo el paisaje en un resplandor misterioso y cautivador.
Marte: En el rojizo mundo de Marte, los atardeceres adquieren una calidad etérea y sobrenatural. La delgada atmósfera marciana, compuesta principalmente de dióxido de carbono, dispersa la luz de manera diferente a la Tierra, lo que resulta en un cielo azul pálido durante el día y atardeceres teñidos de azul, rosa y violeta. El Sol, más pequeño desde la perspectiva de Marte, se hunde lentamente bajo el horizonte, iluminando las nubes de polvo en un resplandor dorado.
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Urano: Urano, el gigante de hielo en los confines del sistema solar, ofrece una perspectiva única para los observadores cósmicos. Con su eje inclinado, los atardeceres en Urano serían extremadamente largos, ya que el sol se desliza lentamente por el horizonte. La atmósfera de Urano, compuesta principalmente de hidrógeno y helio con toques de metano, podría pintar el cielo con tonos azules y verdosos, creando un espectáculo celestial inolvidable.
Titán (Luna de Saturno): En la enigmática luna Titán de Saturno, los atardeceres serían espectáculos de fantasía. Con su densa atmósfera de nitrógeno y trazas de metano, los cielos de Titán podrían iluminarse con tonos anaranjados y amarillos, con el sol brillando débilmente a través de las nubes de hidrocarburos. Los lagos de metano y etano podrían reflejar los colores del cielo, creando una experiencia visual única en el sistema solar.
Trappist-1e (Exoplaneta): En el lejano sistema estelar Trappist-1, el exoplaneta Trappist-1e ofrece un atardecer verdaderamente exótico. Orbitando una estrella enana roja, el cielo de Trappist-1e podría estar dominado por tonos rojos y anaranjados, con el sol disminuyendo en tamaño a medida que se pone detrás del horizonte. Las múltiples lunas del planeta podrían agregar un elemento adicional a este impresionante espectáculo celestial.