En la Estación Espacial Internacional (EEI), los astronautas celebraron el 25 aniversario encontrando dos tomates perdidos que formaban parte de un experimento llamado Sistema de Prueba en Órbita de Raíces Expuestas (XROOTS).
A pesar de casi un año en el espacio, los tomates no mostraron signos de moho ni deterioro, destacando el éxito del experimento.
El XROOTS de la NASA es innovador al emplear técnicas hidropónicas y aeropónicas para cultivar alimentos frescos sin tierra ni métodos de cultivo tradicionales.
Los resultados podrían allanar el camino para sistemas de producción de alimentos a gran escala en el espacio, reduciendo los requisitos de peso y permitiendo más espacio para otras cargas.
El experimento no solo destaca la capacidad de cultivar alimentos en el espacio, sino que también aborda problemas cruciales. El transporte de alimentos a la EEI es costoso, alrededor de 400 mil pesos por kilogramo debido a los altos costos asociados con sacar carga de la gravedad terrestre.
Además, con miras a futuras misiones espaciales, como la colonización de Marte, la necesidad de alimentos a largo plazo se vuelve crucial.
Frank Rubio, astronauta de la NASA, participa activamente en estos experimentos y rompió récords al pasar 371 días en el espacio. Su misión se considera el vuelo espacial más prolongado realizado por un astronauta estadounidense hasta la fecha.
Además de los tomates perdidos, Rubio ha estado trabajando en el estudio VEG-05, centrado en la producción continua de alimentos frescos en la EEI.
Este experimento ha utilizado la instalación “Veggie” para cultivar tomates enanos, evaluando diversos aspectos como la calidad de la luz, fertilizantes, seguridad alimentaria microbiana y aceptabilidad del sabor.
Estos experimentos no solo avanzan en la tecnología de cultivo en el espacio, sino que también benefician la salud mental de los astronautas. El tiempo dedicado a la jardinería ha demostrado tener efectos positivos en la calidad de vida de los astronautas en el espacio.
En resumen, los éxitos en los experimentos de cultivo de la NASA en la EEI no solo allanan el camino para la producción de alimentos en el espacio, sino que también abordan desafíos cruciales asociados con la exploración espacial a largo plazo.