¿Es posible aterrizar en el Sol? Hasta ahora no. La NASA, aunque no tocará “superficie” como tal, intentará romper el récord del objeto más cercano a la estrella masiva, en este 2024 con la Sonda Solar Parker.
De acuerdo con lo que informa la agencia espacial norteamericana, los equipos que dirigen la Sonda Solar Parker, que desde el 2018 se encuentra en regiones cercanas al Sol, se encuentran trabajando en hacer un acercamiento nunca antes intentado por ninguna máquina fabricada por el hombre.
La misma Sonda Solar Parker, ya tiene el récord de la nave espacial que ha viajado más cerca del Sol, al haber logrado una distancia de 43 millones de kilómetros. En este 2024 el plan es destrozar esa marca, ya que el objetivo es lograr estar a 6.1 millones de kilómetros.
Con esta cercanía, la sonda espacial de la NASA estará de frente con la corona del del Sol, un hito impensado hace un par de décadas para la ciencia espacial. La agencia espacial anuncia que este acercamiento será el 24 de diciembre de este 2024.
Estos últimos meses hemos sido testigos del increíble aguante de la Sonda Solar Parker. La NASA posteó a finales del 2023 un video en el que se aprecia la nave soportando una violenta tormenta de radiación.
¿Cómo aguanta la cercanía al Sol?
La característica más destacada de la Sonda Solar Parker es su escudo térmico, también conocido como el “escudo solar”.
Este escudo está compuesto por carbono compuesto con una capa de carbono reforzada con carbono (Carbon-Carbon Composite Reinforced Carbon, C/C RRC), y está diseñado para resistir temperaturas extremadamente altas. El material se enfrenta directamente al Sol y puede soportar temperaturas que superan los 1,377 grados Celsius (2,510 grados Fahrenheit).
Asimismo, la sonda utiliza un sistema de giro que ayuda a distribuir el calor de manera uniforme en el escudo térmico. Este sistema ayuda a evitar la acumulación de calor en un solo punto y contribuye a mantener la temperatura del lado expuesto al Sol en un rango manejable.
Completa con un sistema de enfriamiento activo, que utilizan líquidos refrigerantes para disipar el calor generado durante su aproximación al Sol. Estos sistemas permiten mantener los instrumentos científicos y otros componentes de la nave a temperaturas seguras.
