Recientemente, investigadores de la University of Cambridge dieron a conocer novedades sobre la atmósfera de Venus, generando un importante cambio de perspectiva en la comunidad científica.
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Y es que los estudios encontraron que los minerales que contienen hierro podrían ser responsables de las enigmáticas rayas oscuras que absorben los rayos ultravioleta en las nubes del planeta vecino.
Este hallazgo, publicado en la revista Science Advances, sugiere que la química basada en el hierro (y no la vida extraterrestre) podría ser la explicación detrás de este fenómeno.
La atmósfera de Venus
Desde siempre Venus conocido ha sido objeto de fascinación y estudios por su intensa actividad atmosférica y condiciones extremas.
La investigación actual se enfoca en las nubes de ácido sulfúrico del planeta, situadas entre 48 y 65 kilómetros sobre la superficie.
A través de experimentos, identificaron que la combinación de dos fases minerales, la romboclasa y el sulfato férrico ácido, absorben eficientemente la luz ultravioleta, coincidiendo con las observaciones de las manchas oscuras en las nubes venusinas.
Este descubrimiento aclara misterios de larga data sobre Venus. Por ejemplo, la absorción de luz ultravioleta por estas sustancias tendría implicaciones directas en el clima del planeta, influyendo en fenómenos como la superrotación atmosférica.
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Eso sí, a pesar de que estos resultados podrían decepcionar a quienes buscan signos de vida en Venus, no se cierra completamente la puerta a esta posibilidad.
Las condiciones en las nubes de Venus, a pesar de ser hostiles, presentan similitudes con las de la Tierra en términos de temperatura y presión, lo que podría permitir la supervivencia de microorganismos.
El futuro de Venus
Las próximas misiones a Venus servirán para explorar más a fondo estos hallazgos. La NASA planea lanzar la misión DAVINCI en 2029, que analizará la atmósfera venusina y buscará confirmar la naturaleza del absorbente de rayos UV y la presencia de fosfina.
Además, la misión VERITAS de la NASA y la misión EnVISION de la ESA tienen como objetivo estudiar más detalles sobre la atmósfera y geología del planeta en la próxima década.