Vladimir Kovalyonok y su compañero, Viktor Savinykh, a bordo de la estación Salyut 6, vivieron momentos de tensión el 5 de mayo de 1981. Un ovni estuvo varios minutos frente a su nave, antes de esfumarse.
El cosmonauta Kovalyonok fue el primero en observar el extraño aparato.
“Acababa de hacer algunos ejercicios gimnásticos cuando vi frente a mí, a través de un ojo de buey, un objeto… Vi este objeto y entonces sucedió algo que no pude explicar, algo imposible según las leyes de la física”, relataría durante el Congreso Internacional Ovni de 2002.
Nacido en Bielorrusia en 1942, Kovalyonok se incorporó al programa espacial soviético en 1967, luego de ser parte de la Fuerza Aérea Soviética. Estuvo al mando de tres misiones espaciales: la Soyuz 25, Soyuz 29 / 31 y la T-4.
Esta última, entre el 12 de marzo y el 26 de mayo de 1981, le marcó de por vida.
Así ocurrió el encuentro entre el cosmonauta Vladimir Kovalyonok y un ovni
Según la narración del cosmonauta, se encontraban él y su compañero sobre la zona de Sudáfrica, avanzando hacia el Océano Índico.
De repente, observó el objeto volador no identificado. “Es imposible determinar distancias en el espacio. Un objeto pequeño puede parecer grande y lejano, y al revés. A veces una nube de polvo parece un objeto grande. De todos modos, vi este objeto y luego sucedió algo que no pude explicar, algo imposible según las leyes de la Física”.
Continúa Kovalyonok con su narración: “El objeto tenía esta forma, elíptica, y volaba con nosotros. Desde una vista frontal parecía que iba a girar en dirección de vuelo”.
Existen algunos textos que señalan que el cosmonauta interactuó con personas en la otra nave, enviándose señales, pero esto es falso. Lo único que vio Kovalyonok fue el ovni.
Luego llamaría a su compañero, Viktor Savinykh, que alcanzó a ver algo e intentó sacar una fotografía, pero no tuvo el tiempo suficiente: la nave se esfumó.
Sigue el cosmonauta Kovalyonok: “Sólo voló recto, pero luego ocurrió una especie de explosión, muy hermosa de ver, de luz dorada. Esta fue la primera parte. Luego, uno o dos segundos después, se produjo una segunda explosión en otro lugar y aparecieron dos esferas, doradas y muy hermosas”.
Kovalyonok, que en la actualidad tiene 81 años, dibujó lo que vio, dejando para la posteridad la figura del ovni.