La sonda espacial Osiris-APEX, de la NASA, está encaminada a enfrentar uno de sus más grandes retos desde que fue lanzada hacia el espacio. El próximo 2 de enero del 2024 estará en su perihelio, que es su punto más cercano al Sol.
De acuerdo con los datos que ofrece la NASA, la sonda espacial estará a unos 75 millones de kilómetros del Sol, que viene a ser como 0.5 Unidades Astronómicas (UA) o la mitad de la distancia que separa la Tierra de nuestra estrella masiva.
¿Por qué esto es un problema? Recordemos que esta sonda espacial fue llamada primeramente como Osiris-REx. Viajó hasta Bennu, aterrizó en el asteroide y después regresó para traer los restos. La nave los soltó desde la orbita y estos cayeron en nuestro planeta, claramente en una cápsula que protegió las rocas tomadas.
Después de esto los científicos de la NASA reconfiguraron la trayectoria y apuntaron su viaje hacia Apophis. El problema es que Osiris-APEX estará 40 millones de kilómetros más cerca del Sol, de lo que permite su composición. Entonces, al no estar preparada para este reto, los científicos miran de cerca su comportamiento para ayudarla a pasar esta región sin sufrir daños.
Además, servirá de mucho para los científicos, ya que después de este primer viaje cercano al Sol, habrá un segundo acercamiento a la estrella masiva.
Esto tendrá lugar el 14 de enero de 2026. En ese momento, Osiris-APEX estará a unos 50 millones de kilómetros del Sol, aproximadamente un tercio de la distancia entre la Tierra y el Sol.
Estos acercamientos al Sol permitirán a Osiris-APEX estudiar la atmósfera del Sol y la interacción del Sol con el espacio. Osiris-APEX también utilizará sus instrumentos para estudiar la composición y la estructura de Apophis.
El viaje de Osiris-APEX será un desafío tecnológico. La nave espacial tendrá que soportar las altas temperaturas y las fuertes radiaciones del Sol. Osiris-APEX también tendrá que utilizar sus propulsores para realizar maniobras delicadas para evitar colisiones con otros objetos espaciales.