Personal del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) en España jugó un papel clave en descubrir el primer río interestelar en el cúmulo de Coma. Liderado por Javier Román, el equipo encontró este flujo estelar observando halos de astros en el cúmulo usando telescopios como Jeanne Rich y William Herschel.
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A pesar de su tamaño, estos instrumentos fueron fundamentales en el descubrimiento.
La Corriente Gigante de Coma, diez veces más grande que la Vía Láctea, fue detectada en una imagen que mostraba una estructura oscura distante de la influencia gravitacional de las galaxias del cúmulo.
Este hallazgo es único, ya que no hay registros anteriores de un río de estrellas de tal magnitud en el espacio intergaláctico. Aunque estructuras más pequeñas se habían encontrado en el Grupo Local.
La cosmología revela la tendencia de cuerpos a agruparse en estructuras coherentes. Aunque los ríos de estrellas son comunes dentro de las galaxias, su presencia en el espacio intergaláctico es extraordinaria.
Los astrónomos sugieren que estos fenómenos solo pueden explicarse mediante la influencia de la materia oscura, una sustancia hipotética que constituye gran parte de la materia en el universo y desempeña un papel crucial en la unión de galaxias.
Este descubrimiento sin precedentes ofrece una oportunidad única para estudiar la posible existencia de halos de materia oscura. Investigaciones futuras buscarán confirmar si estos halos, si existen, generan espacios vacíos al atravesar la corriente de estrellas.
Los ríos de estrellas intergalácticos podrían ser más comunes de lo esperado, según sugieren las simulaciones cosmológicas realizadas por el equipo y publicadas en Astronomy & Astrophysics bajo el título ‘A giant thin stellar stream in the Coma Galaxy Cluster’.
