Todo principio tiene un final. Y nuestro Sistema Solar, por mucho tiempo por delante que aparezca en su horizonte, llegará un momento en el que todo terminará. En la Tierra no veremos cuando nuestra estrella masiva se convierta en una gigante roja, ya que mucho antes el mundo en el que vivimos será inhabitable.
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Los científicos tienen el cálculo de cuando se agotará la vida de la estrella masiva que vemos salir todos los días en nuestros cielos. El Sol tiene 4.500 millones de años, aproximadamente. Este tipo de astros dura unos 9 mil millones de años, por lo que estaríamos hablando de que actualmente está en la mitad de su existencia.
¿Nos quedan 4.500 millones de años de vida en la Tierra? No, la realidad es que queda mucho menos.
En algún momento, el tamaño del Sol se multiplicara por 1.000, la Tierra sería tragada por él. Los efectos del aumento del tamaño del Sol se sentirían en la Tierra mucho antes de que la estrella crezca a tales diámetros.
El aumento de la gravedad del Sol haría que la Tierra se acercara a él, acortando su órbita. El aumento de la radiación solar haría que el planeta se caliente, y de esta manera provocaría un aumento del nivel del mar y la extinción de muchas especies.
A medida que el Sol siguiera creciendo, la Tierra se acercaría cada vez más a él. Finalmente, la estrella se extendería hasta tocar el mundo hasta envolvernos en sus llamas.
La vida actual del Sol
Actualmente, el Sol está en la fase de secuencia principal, donde fusiona hidrógeno en helio en su núcleo. En unos 5 mil millones de años, se espera que agote su suministro de hidrógeno en el núcleo y entre en una fase de expansión, convirtiéndose en una gigante roja.
Durante esta fase, el Sol se hinchará enormemente y se espera que engulla los planetas más cercanos, incluida la Tierra. Sin embargo, las estimaciones sugieren que incluso antes de que esto ocurra, el aumento gradual de la luminosidad del Sol afectará las condiciones en la Tierra de manera significativa.