Las teorías científicas coinciden que la formación de la Luna y la Tierra se dio gracias al choque de un protoplaneta contra nuestro mundo, hace 4.500 millones de años. Restos de ese cuerpo rocoso, llamado Theia, habrían sido encontrado por un equipo de investigadores.
La reconocida revista científica Nature destaca un informe realizado por Qian Yuan, geofísico del Instituto Tecnológico de California (Caltech por sus siglas en inglés), en el que se plasma que los restos de Theia se encuentran en lo más alto del núcleo de nuestro planeta, específicamente en la región a la que llaman manto.
Realmente no tienen los restos en sus manos. Basados en las teorías científicas del impacto de los planetas y la formación de la Luna, hicieron un seguimiento a los restos y el resultado arroja que las rocas de Theia deberían estar en el manto de la Tierra.
“Es un resultado muy emocionante y provocador. Significaría que tenemos material que puede ofrecer más información sobre Theia y ayudar a entender mejor el impacto de formación de la Luna”, dijo Robin Canup, del Southwest Research Institute de Boulder, Colorado, científico que no forma parte del estudio.
¿Hay formas de corroborar el material del manto de la Tierra directamente? Por ahora es prácticamente imposible. Esta zona del planeta está unos 33 kilómetros hacia las profundidades, que son tres veces más la altura de lo que vuela un avión comercial, pero hacia dentro del mundo.
Entonces, el único método que hay para investigar los restos del manto, son el análisis de las ondas sísmicas y las placas tectónicas. Basados en este tipo de investigaciones, los expertos encuentran dos manchas que podrían ser los restos de Theia, según reseña National Geographic.
Sin embargo, la duda sigue siendo si los restos de Theia se fusionaron con el núcleo de la Tierra, ¿cómo harían para determinar qué es nuestro mundo y qué es el protoplaneta que nos impactó en nuestra etapa de formación?
Si fuera el caso de que los restos de Theia existen, los científicos señalan que estarían debajo de Sudáfrica y en las profundidades del Océano Pacífico.
Esta es una teoría emocionante, ya que sugiere que aún queda mucho por aprender sobre la formación de la Tierra y la Luna. Sin embargo, es importante señalar que la investigación aún está en sus primeras etapas. Se necesita más trabajo para confirmar que las masas en el manto son realmente restos de Theia.