Hay mucho más que aprender de nuestro planeta. El campo magnético de la Tierra es una de sus características más llamativas. Por ahora, sabemos que existe gracias a la ciencia, pero no lo podemos ver. Sin embargo, sí podemos escuchar el escalofriante sonido que emite y que fue revelado hace poco.
Un informe publicado en el sitio web de Nat Geo en España señala que el campo magnético de la Tierra es una burbuja compleja y dinámica que nos mantiene a salvo de la radiación cósmica y de las partículas cargadas atraídas por los poderosos vientos que fluyen desde el Sol.
También explican que cuando estas partículas chocan con los átomos y moléculas de nuestra atmósfera, el oxígeno y el nitrógeno de sus capas superiores, parte de la energía de las colisiones se transforma en las luces verdeazuladas de las auroras boreales. ¡Hermoso!
¿Recuerdas esos colores que paarecen mágicos? La aurora boreal ofrece una muestra visual de cómo funciona nuestro campo magnético. Y ahora también lo podemos escuchar, pero no es tan hermoso: escuchar cómo este interacciona con otras partículas o el propio viento solar es un asunto muy diferente.
La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), ha compartido el escalofriante sonido.
Este es el sonido del campo magnético terrestre
Un poco de historia: en 2013 la ESA lanzó el trio de satélites Swarm con la intención no solo de medir con precisión las señales magnéticas que proceden del núcleo de la Tierra, si no también del manto, la corteza, los océanos, la ionosfera y la magnetosfera.
Esa información de hace 10 años, fue el puntapié inicial para esto: Con estos datos, músicos y científicos de la Universidad Técnica de Dinamarca interpretaron cómo suena para el oído humano el campo magnético terrestre. El resultado es el audio de Soundcloud arriba de estas líneas.
Y fue un hito, horrendo, pero hito. Klaus Nielsen, uno de los integrantes del equipo, explicó: “Este es un proyecto que sin duda ha sido un ejercicio gratificante en el que unir el arte y la ciencia”. ¿Cómo describirlo?
Así: “El estruendo del campo magnético de la Tierra está acompañado por una representación de una tormenta geomagnética que resultó de una llamarada solar el 3 de noviembre de 2011 y, de hecho, suena bastante aterrador”, añade Nielsen.