Las sondas Voyager son dos de los hitos más grandes que tiene la NASA en relación a la exploración de las profundidades del cosmos. Ambas fueron lanzadas en 1977 y hasta ahora siguen avanzando por el borde de nuestro Sistema Solar.
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Voyager 1, que es la más lejana, ha avanzado más de 24 mil millones de kilómetros de la Tierra, o unas 153 unidades astronómicas (UA). Mientras que la Voyager 2 ha recorrido más de 19 mil millones de kilómetros desde la Tierra, aproximadamente 125 UA.
Por lo tanto, la NASA ejecuta un brillante plan de soporte de los software de ambas máquinas para extenderles su vida útil y que no registren nuevas averías, como pasó con la Voyager 1 en 2022. La idea es que a través de un código de programación, la agencia espacial va a mover su orientación para que sus antenas se mantengan mirando hacia la Tierra y así no perder la comunicación con ellas.
“Este parche es como una póliza de seguro que nos protegerá en el futuro y nos ayudará a mantener estas sondas en funcionamiento el mayor tiempo posible”, dijo Suzanne Dodd, directora del proyecto Voyager del JPL, según el sitio de la NASA.
“Estas son las únicas naves espaciales que jamás han operado en el espacio interestelar, por lo que los datos que envían son excepcionalmente valiosos para nuestra comprensión de nuestro universo local”, añadió.
Debido a la distancia que se encuentran las sondas, las instrucciones del parche tardarán más de 18 horas en viajar hasta la nave espacial. Debido a la antigüedad de estas máquinas y al retraso en la comunicación, existe cierto riesgo de que el parche sobrescriba el código esencial o tenga otros efectos no deseados en la nave espacial.
Entonces, con la simple intención de reducir esos riesgos, el equipo pasó meses escribiendo, revisando y comprobando el código. Como medida de seguridad adicional, la Voyager 2 recibirá el parche primero por el simple hecho de estar más cerca. Esto servirá como banco de pruebas para su gemela.
Las sondas Voyager aún no han salido del sistema solar. Ambas han atravesado la heliopausa, que es la frontera entre la influencia del Sol y el espacio interestelar. Sin embargo, aún no han salido de la nube de Oort, que es una región de objetos transneptunianos que rodea al sistema solar.
