Las protoestrellas juegan un rol fundamental para los científicos que investigan los misterios de las profundidades del universo. Uno de estos cuerpos celestes en sus inicios, captado con el ALMA de Chile, podría revelar la desconocida manera en la que se forman los planetas.
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Para que entremos en conceptos. Una protoestrella es una nube de gas y polvo que está colapsando bajo su propia gravedad. Es la etapa inicial de la formación de una estrella.
Se forman en nubes moleculares, que son grandes acumulaciones de gas y polvo interestelar. Estas nubes están formadas principalmente por hidrógeno, helio y pequeñas cantidades de otros elementos.
Cuando una nube molecular es lo suficientemente grande y densa, su propia gravedad comienza a causar que se colapse. A medida que la nube se colapsa, su temperatura y presión aumentan.
Después de la formación del astro masivo, la misma estrella comienza a crear las condiciones para que se formen los mundos que la van a orbitar, el sol siendo vida lo más literal posible. Eso dice la teoría. En una reciente investigación reciente que usa datos del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) ubicado en el desierto de Atacama, Chile, se aprecian una cantidad de elementos que podrían resolver el misterio de la formación de planetas.
La protoestrella apuntada es DG Tau. Se trata de una protoestrella T Tauri que se encuentra en la constelación de Tauro, a unos 409 años luz de distancia del sistema solar. Fue descubierta en 1970 por el astrónomo estadounidense Edward Liller. Es considerada muy joven, con una edad estimada de unos 100.000 años.
Alrededor de este cuerpo celeste captaron un disco protoplanetario, una región llena de gas y polvo que suele ser relacionada con la formación de planetas.
“Hasta ahora, ALMA ha logrado capturar una amplia variedad de estructuras de discos y ha revelado la existencia de planetas. Por otro lado, para responder a la pregunta: ‘¿cómo comienza la formación de planetas?’, es importante observar un disco liso sin señales de formación de planetas. Creemos que este estudio es muy importante porque revela las condiciones iniciales para la formación planetaria”, dijo el científico japonés Satoshi Ohashi, según reseña el portal de National Geographic en español.