El planeta más frío del Sistema Solar, irónicamente, no es el que está más alejado del Sol. Muchos podrían pensar que Neptuno lo sería, pero no: es Urano.
Recordemos que, en la clasificación de los planetas, el más cercano a nuestro astro es Mercurio, y el más lejano era Plutón, hasta que fue degradado. Ese puesto lo tomó Neptuno.
La distancia promedio entre Neptuno y la Tierra es de 4.351.400.000 kilómetros, aproximadamente 30 veces la distancia entre la Tierra y el Sol.
Sin embargo, como hemos dicho, el planeta con el nombre del dios griego del mar no es el que tiene menor temperatura.
Neptuno cuenta con un promedio de -218 °C, por los -224.2 °C de Urano. ¿Cuáles son los motivos? Vamos a verlos.
Las razones por las que Urano, y no Neptuno, es el planeta más frío del Sistema Solar
Urano cuenta con una atmósfera más densa, por lo que el frío se retiene más, según explica la NASA. “Su atmósfera está compuesta principalmente de hidrógeno molecular y helio atómico, con una pequeña cantidad de metano”, señala la agencia aeroespacial norteamericana.
Luego tenemos su ambiente: “Es un gigante de hielo. La mayor parte de su masa es un fluido denso y caliente de materiales ‘helados’ (agua, metano y amoníaco) sobre un pequeño núcleo rocoso”.
Finalmente, la otra razón por la que Urano es más frío que Neptuno es que su eje está inclinado 97.8 grados. Esto significa que los polos del séptimo planeta están casi constantemente apuntando hacia el Sol, lo que hace que las temperaturas en sus polos sean aún más frías que en el ecuador.
La temperatura más baja registrada en Urano es de -224,2 °C, midiéndose en la atmósfera superior del planeta. Las temperaturas en la superficie de Urano son probablemente aún más frías, pero es difícil de medir con precisión debido a la densa atmósfera del planeta.
Desde nuestro planeta solo ha salido una nave espacial a explorar el gigante de hielo. Fue la sonda Voyager 2, lanzada en 1977 por la NASA y cuya actividad sigue siendo detectada. De allí lo poco que conocemos sobre Urano.