Los planes para sacar de órbita la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) van a cambiar. La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) emite un comunicado en el que explica que el método previsto no fue aprobado, tras realizar un estudio científico que determine las consecuencias para la nave espacial.
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La fecha se mantiene, que sería entre los años 2030 y 2032. Explican que de las cinco agencias espaciales que operan en la ISS (La canadiense, la de Japón, la ESA y Roscosmos; además de la NASA), cuatro seguirán trabajando hasta el 2030, mientras que los rusos se van en el 2028.
Eso de que los rusos abandonan antes el proyecto pareciera ser el elemento determinante para que la NASA cambie los planes, debido a que en principio iban a utilizar unos cohetes llamados Roscosmos Progress, desarrollados por la agencia espacial de Rusia.
Estos iban a sacar de órbita la ISS hacia abajo, para que la atmósfera la desintegre y los restos caigan en una zona del océano deshabitada.
La NASA dice en su comunicado que tras amplios estudios científicos: “estos esfuerzos indican ahora que una nueva solución de nave espacial proporcionaría capacidades más sólidas para un desorbitamiento responsable. Para iniciar el desarrollo de esta nueva nave espacial, la NASA publicó la solicitud de propuesta”.
Entonces, explican que habrá “un nuevo diseño de nave espacial o una modificación de una nave espacial existente que debe funcionar en su primer vuelo y tener suficiente redundancia y capacidad de recuperación de anomalías para continuar con el proceso crítico de desorbitación. Como ocurre con cualquier esfuerzo de desarrollo de este tamaño tardará años en desarrollarse, probarse y certificarse”.
Lo que la NASA informa es que la idea sigue siendo la misma, empujar la Estación Espacial Internacional hacia abajo para que los restos caigan en el agua, pero ya no lo harán con propulsores rusos sino con un nuevo desarrollo de las agencias espaciales que se quedan trabajando hasta el 2030.
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¿Cuál es la propuesta que le sigue a la ISS?
Una de las propuestas más destacadas es Starlab, una estación espacial comercial desarrollada por Airbus y Voyager Space. Starlab sería una estación modular que podría crecer y adaptarse a las necesidades de los usuarios. La estación estaría equipada con laboratorios científicos, instalaciones de fabricación y alojamiento para astronautas.
Otra propuesta es Orbital Reef, una estación espacial comercial desarrollada por Blue Origin, Sierra Space y Boeing. Orbital Reef estaría ubicada en una órbita baja, lo que la haría más accesible para los astronautas. La estación estaría equipada con laboratorios científicos, instalaciones de fabricación y alojamiento para turistas espaciales.