Espacio

Telescopio James Webb: Exoplaneta habitable estaría dentro de un sistema planetario similar y cercano al nuestro

Está a 39 años luz de distancia. Datos del Telescopio Espacial James Webb revelan este elemento inédito de Trappist-1

Recreación del sistema TRAPPIST-1 UC RIVERSIDE (Sebastian Carrasco/Europa Press)

Desde hace unos siete años, científicos que se dedican a la astronomía y astrofísica observan detalladamente un sistema solar que está a unos 39 años luz de distancia del nuestro. Se llama Trappist-1 y sorprende que desde que lo descubrieron le detectaron unos siete exoplanetas orbitando a su estrella masiva.

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Nuevos datos sobre este sistema planetario, captados con el Telescopio Espacial James Webb, encuentra que uno de esos exoplanetas podría tener la capacidad para el desarrollo de la vida tal y como la conocemos.

La estrella central, Trappist-1, es una enana ultrafría que, a pesar de su pequeño tamaño comparable al de Júpiter, es considerablemente más masiva. Su baja temperatura hace que emita principalmente luz en el rango infrarrojo, dificultando su detección utilizando métodos convencionales.

Los siete exoplanetas que orbitan alrededor de Trappist-1 han sido bautizados como Trappist-1b, Trappist-1c, Trappist-1d, Trappist-1e, Trappist-1f, Trappist-1g y Trappist-1h. Estos planetas rocosos tienen tamaños similares a la Tierra, lo que plantea la fascinante posibilidad de que puedan albergar agua líquida en sus superficies y, potencialmente, condiciones propicias para la vida tal como la conocemos.

Los focos están puestos sobre Trappist-1b, que curiosamente es el que está más cerca de la estrella masiva. Eso, según las teorías, imposibilitaría la vida dentro de este mundo, pero la distancia que hay entre los dos es similar a la que nosotros tenemos con el Sol. Sin embargo, nuevos datos encuentran que sus condiciones podrían no ser tan adversas.

Esta gráfica compara la temperatura del lado diurno de TRAPPIST-1 b medida con el instrumento de infrarrojo medio (MIRI) de Webb contra modelos informáticos de la que sería la temperatura en diversas condiciones. NASA, ESA, CSA, J. OLMSTED (STSCI)

No hallaron una atmósfera, eso lo dejaron claro. Pero no descartan que en un futuro se pueda formar una capa protectora que permita el desarrollo de la vida.

“Nuestras observaciones no vieron signos de atmósfera alrededor de Trappist-1 b. Esto nos dice que el planeta podría ser una roca desnuda, tener nubes en lo alto de la atmósfera o tener una molécula muy pesada como el dióxido de carbono que hace que la atmósfera sea demasiado pequeña para detectarla”, dijo MacDonald en un comunicado.

Todos los mundos de este sistema planetario, son candidatos tentadores en la búsqueda de exoplanetas del tamaño de la Tierra con atmósfera, reseña 24Horas. Las investigaciones van a seguir apuntando a la observación de esta más que curiosa región que no deja de sorprender a propios y extraños.

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