Espacio

Científico de Guatemala que trabaja en la NASA habla sobre su proyecto que viajará a la Luna para combatir el cáncer

El bioingeniero guatemalteco cuenta detalles de cómo serán las misiones de la NASA que viajarán pronto a la Luna.

Es impresionante la cantidad de proyectos que se integrarán la misión Artemis, de la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés). La humanidad viajará a la Luna de nuevo, pero esta vez será para instalarse y desarrollar investigaciones que sean productivas para la vida en la Tierra.

Dentro de los múltiples proyectos se encuentra el de Luis Zea, un bioingeniero espacial que impulsa un estudio que tiene como objetivo combatir el cáncer. El científico guatemalteco ofreció una entrevista a El País, en la que contó, además, detalles sobre los planes de la NASA en la Luna.

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“No podemos ir a la Luna y a Marte a consumir todos los recursos como en la Tierra”, le dijo al periodista Javier Salas, de El País. Esa simple declaración de Luis Zea es una muestra de que la NASA, aparte de los proyectos que va a desarrollar en la superficie de nuestro satélite natural, lo más importante es que establecerá las directrices de cómo se debe comportar la humanidad, si llegásemos a emigrar de nuestro mundo por alguna circunstancia adversa.

La agencia espacial estadounidense quiere establecer una base en la Luna para trabajar en investigaciones que nos ayuden a comprender las profundidades del cosmos, desde una óptica diferente. Pero también quiere aprovechar las condiciones lunares para experimentar.

El de Luis Zea y su equipo de trabajo es uno de esos experimentos. En la misma entrevista con El País cuenta que envió “12.000 levaduras mutantes alrededor de la Luna” con la intención de descubrir si en ausencia de gravedad, se activa algún gen que ayude a combatir las mutaciones que generan cáncer.

Los investigadores están utilizando levaduras como modelo para estudiar los efectos de la microgravedad en los seres vivos. Las levaduras son organismos simples y fáciles de cultivar, y son relativamente baratas de estudiar.

En años de investigaciones y análisis han descubierto que las levaduras crecen de forma diferente bajo estos entornos. Por ejemplo, las levaduras pueden crecer más rápido o más lento, y pueden producir diferentes tipos de proteínas.

Creen que los estudios sobre las levaduras en la microgravedad pueden ayudarnos a entender cómo afecta la microgravedad a los seres vivos.

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