SpaceX continúa ajustando los detalles del Starship, el cohete que en teoría levará a la primera misión tripulada a Marte. Las pruebas anteriores han terminado de manera catastrófica con explosiones registradas en el aire, aterrizaje o en su mismo despegue. Ahora, en la búsqueda de una nueva prueba, la empresa de Elon Musk necesita del permiso de la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) para poder ejecutar.
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El viernes se filtró un documento de la FAA, en el que señalaban unos 63 errores de parte de SpaceX para modificar antes de permitir una nueva prueba. Sin embargo, el mismo Elon Musk responde a través de su cuenta de X que los ingenieros y astrofísicos a cargo de la misión completaron los requerimientos para encender los motores.
“¡Felicitaciones a SpaceX por completar y documentar los 57 elementos requeridos por la FAA para el vuelo 2 de Starship!”, dice el magnate en un posteo de redes sociales. El número parece insuficiente para el documento de lo que exigen los organismos de seguridad de los Estados Unidos.
Por lo que el mismo Musk aclara en su mensaje de X: “Cabe señalar que 6 de los 63 ítems se refieren a vuelos posteriores”.
Entonces, con esto debería quedar claro que la autorización está y sólo restan detalles para tener una nueva prueba del cohete ultra pesado y reutilizable, que los programas espaciales usarán para viajes a la Luna y, de ser posible, para Marte.
Una carrera contrarreloj
En tan solo 138 días (menos de 5 meses) ensamblaron el nuevo cohete y todo está listo para programar un nuevo despegue de prueba. Y por fin esperar que se haga un testeo de una nave que sobre pase la atmósfera y regrese intacto a su base de manera vertical.
“Starship está listo para lanzarse, esperando la aprobación de la licencia de la FAA”, dijo Elon Musk en su cuenta de X (anterior Twitter) en referencia al permiso que debe otorgar la Administración Federal de Aviación.