Mercurio, Marte, Venus y la Tierra, son los cuatro mundos rocosos de este Sistema Solar. En teoría, cuentan con superficies para poder recibir una nave espacial y así explorar sus amplios terrenos. Sin embargo, no es tan fácil como parece.
Hasta ahora, apartando la obviedad de la Tierra, único mundo en el que se desarrolla la vida tal y como la conocemos, sólo hemos podido ir hasta Marte.
Eso a pesar de que a Venus le decimos nuestro planeta gemelo, por las similitudes que hay en las composiciones de los dos cuerpos rocosos. ¿Qué pasa entonces? ¿Por qué se hace imposible ir hacia un mundo que es muy parecido al nuestro.
Viajar a Venus: ¿Es posible?
Sería una experiencia muy desafiante. Debido a su ubicación es el planeta es el más caliente del Sistema Solar, con una temperatura superficial media de 462 grados Celsius. La presión atmosférica es también muy alta, 92 veces mayor que la de la Tierra.
Para sobrevivir en Venus, los astronautas necesitarían una nave espacial muy resistente que pudiera soportar las altas temperaturas y presiones. La nave también necesitaría un sistema de soporte vital que proporcionara oxígeno, agua y alimentos.
Una vez que la nave espacial llegara a Venus, los astronautas necesitarían descender a la superficie. Esto sería una tarea muy peligrosa, ya que las nubes de Venus están compuestas de ácido sulfúrico.
Los astronautas tendrían que usar trajes espaciales especiales para protegerse del ácido sulfúrico y de las altas temperaturas. Los trajes también necesitarían tener un suministro de oxígeno y agua que sean suficiente para que los tripulantes de esta misión pudieran sobrevivir durante su estadía en la superficie.
Una vez en la superficie, los astronautas podrían explorar el planeta y realizar experimentos. Sin embargo, su tiempo sería limitado, ya que la radiación solar es muy intensa en Venus.