La velocidad a la que gira la Tierra es perfecta para que se registre el desarrollo de la vida, tal y como la conocemos. Nuestro mundo hace una danza planetaria con el resto de los cuerpos del Sistema Solar, que funciona como una especie de mecanismo para que todo fluya entre gravedades y material cósmico del universo.
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Pero muchos se habrán preguntado alguna vez lo que pasaría si estas velocidades alteran su curso. Claramente habrían cambios, y es lo que vamos a detallar a continuación.
La Tierra gira sobre su eje a una velocidad de 1.670 kilómetros por hora en el ecuador. Esta velocidad se reduce a medida que nos acercamos a los polos, hasta llegar a cero en los polos mismos.
La rotación de la Tierra es la causa del día y la noche. Como el mundo gira de oeste a este, el lado que está frente al Sol recibe luz solar, mientras que el lado opuesto está en la oscuridad.
¿Qué pasaría si esa velocidad se incrementa al doble?
Si la velocidad de rotación de la Tierra se duplicara, los días y las noches serían la mitad de largos. En el ecuador, los días y las noches serían de 12 horas cada uno. En los polos, los días y las noches serían de seis horas cada uno.
Esta disminución en la duración del día y la noche tendría un impacto significativo en la vida en la Tierra. Los animales tendrían que adaptarse a los cambios en los ciclos de luz y oscuridad. Las plantas también tendrían que adaptarse, ya que su crecimiento se ve afectado por la luz solar.
Además, la mayor velocidad de rotación de la Tierra provocaría un aumento de la fuerza centrífuga. Esto haría que los objetos se sintieran más pesados en el ecuador y más ligeros en los polos.
Los efectos exactos de una velocidad de rotación terrestre duplicada son difíciles de predecir, ya que dependen de una serie de factores, como la distribución de la masa del mundo y la fuerza de la gravedad. Sin embargo, es probable que los cambios sean significativos y que tengan un impacto importante en la vida en la Tierra.