El Telescopio Espacial James Webb sigue superando los límites de cualquier otro observatorio fabricado por la humanidad. Las herramientas instaladas en el aparato orbital captaron unas sorprendentes imágenes de la galaxia Messier 51, conocida también como galaxia remolino.
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Este cúmulo estelar había sido fotografiado por el Telescopio Espacial Hubble, que con sus datos sigue siendo muy importante para la NASA, ESA y resto de agencias espaciales o de astronomía en el mundo.
Pero lo que ha logrado el James Webb es impresionante, ya que la calidad de los detalles, que se separan en diferentes colores captados por los instrumentos de infrarrojo, ofrecen detalles de la composición de los brazos de la galaxia, nunca antes vistos.
Situada a unos 31 millones de años luz de distancia de la Tierra, Messier 51 vista por el Telescopio Espacial James Webb nos muestra unas regiones rojizas oscuras, que se combinan con otros elementos naranjas y amarillos. Además, resalta una brillante luz azul y otra blanca que provienen de las estrellas que están detrás y el polvo cósmico, reseña el portal Xataka.
Estos colores habían pasado desapercibidos para el Telescopio Espacial Hubble. Los científicos están gratamente sorprendidos y, aunque no puedan asegurar exactamente todos estos elementos en la gama de colores, creen que se registran por la fuerza gravitacional que le ejerce una galaxia enana vecina, llamada NGC 5195
Messier 51 es una galaxia grande, con un diámetro de unos 100.000 años luz. Sus brazos espirales son muy prominentes, y están llenos de estrellas jóvenes y calientes. La galaxia tiene también un núcleo brillante, que es el hogar de un agujero negro supermasivo.
Es una galaxia activa, lo que significa que está formando estrellas a un ritmo acelerado. Sus brazos espirales son lugares de formación estelar muy activos, y contienen muchas nubes de gas y polvo donde se forman las estrellas.