Espacio

Telescopio Espacial James Webb y Hubble se unen a la sonda Juno para explorar una misteriosa luna de Júpiter

Uno de los satélites naturales de Júpiter esconde uno de los mejores secretos del Sistema Solar.

Misión Juno NASA (Sebastian Carrasco/Europa Press)

La sonda espacial Juno tendrá a dos compañeros de trabajo en su importante exploración de Júpiter y sus alrededores. El Telescopio Espacial James Webb y el Hubble apuntarán sus lentes hacia Ío, una de las lunas del gigante gaseoso, que esconde uno de los secretos más maravillosos del Sistema Solar.

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Ío es el cuerpo más volcánico de todo el Sistema Solar. Por lo tanto, requiere de una investigación detallada de su superficie, para encontrar los elementos que provocan este inusual comportamiento en nuestra región de la galaxia.

La ayuda de los dos observatorios espaciales es impresionante. Ambos van a registrar datos que se van a compartir con Juno y los sistemas de la sonda espacial los combinará con lo que ya tiene para comenzar a emitir conclusiones.

El sitio Space informa que la investigación será realizada por el Southwest Research Institute (SwRI). A la organización le otorgaron tiempo de los dos telescopios espaciales para recopilar la mayor cantidad de datos posibles.

Tendrá en total 122 órbitas de la Tierra para capturar información. “Es el tiempo ideal”, dice Kurt Retherford, investigador principal de la campaña e investigador del SwRI. “Durante el próximo año, Juno pasará por Ío varias veces, ofreciendo raras oportunidades de combinar observaciones in situ y remotas de este complejo sistema”, añade.

“Esperamos obtener nuevos conocimientos sobre el dramático vulcanismo de Ío, las interacciones plasma-luna y las poblaciones de gas neutro y plasma que se propagan a través de la vasta magnetosfera de Júpiter y desencadenan intensas emisiones de auroras jovianas”, puntualizó Retherford.

Ío es la luna más interna de Júpiter. Es la segunda más grande de Júpiter, después de Ganímedes. Los expertos dicen que es un cuerpo volcánico activo, con más de 400 activos.

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Años de investigaciones determinaron que Ío es un mundo rocoso con un diámetro de 3.643 kilómetros. Su superficie está cubierta de cráteres de impacto, pero también tiene una gran cantidad de volcanes.

Previos estudios dicen que estos volcanes son tan activos que arrojan lava y cenizas a la atmósfera. Esta lava y cenizas forma una capa que refleja la luz del sol, haciendo que Ío sea el objeto más brillante del sistema solar después de la Luna.

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