El universo pareciera que nos está hablando a través de las estrellas y galaxias que habitan en su amplísimo terreno. Quizás no es un mensaje directo hacia nuestra civilización, pero su comportamiento nos dice cómo era el pasado cósmico y quizás cómo será el futuro que nos depara la misma existencia.
Las herramientas del Telescopio Espacial James Webb de la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio de los Estados Unidos), ESA (Agencia Espacial Europea) y CSA (Agencia Espacial Canadiense), detectaron a dos estrellas que interactúan entre sí.
Por medio de esa relación y el resto de los elementos químicos que ocurren a su alrededor, forman un impresionante signo de interrogación, utilizado en la mayoría de las gramáticas de los idiomas del mundo.
El sitio oficial de la ESA muestra la imagen (abajo se las integramos) en alta resolución. Las estrellas, llamadas Herbig-Haro 46/47 se encuentran estrechamente unidas de forma activa. Las dos están enterradas profundamente, apareciendo como una mancha de color blanco anaranjado. Están rodeados por un disco de gas y polvo que continúa aumentando su masa.
Los expertos en la materia dicen que este es un objeto importante para estudiar porque es relativamente joven, solo tiene unos pocos miles de años.
“Las estrellas tardan millones de años en formarse. Los objetivos como este también brindan a los investigadores una idea de cómo las estrellas acumulan masa con el tiempo, lo que les permite modelar cómo se formó nuestro propio Sol, una estrella de baja masa”, dijo la ESA en su reseña.
Con la intención de que cualquiera comprenda la imagen, explican que los lóbulos naranjas de dos lados fueron creados por eyecciones anteriores de estas estrellas. Las eyecciones más recientes de los astros aparecen como características similares a hilos azules, que se extienden a lo largo del pico de difracción en ángulo que cubre los lóbulos naranjas.
“Las estrellas en formación activa ingieren el gas y el polvo que las rodea inmediatamente en un disco (imagínese un círculo de canto envolviéndolas)”, dice la ESA. Cuando las estrellas ‘comen’ demasiado material en muy poco tiempo, responden enviando chorros de dos lados a lo largo del eje opuesto, estabilizando el giro de la estrella y eliminando masa del área. Durante milenios, estas eyecciones regulan cuánta masa retienen las estrellas.