En medio de la serenidad del espacio, un momento hizo temer lo peor. A 354 kilómetros sobre el nivel del mar, la nave de carga Progress M-34 chocó contra la estación Mir, ambos rusos, perdiéndose oxígeno con tres tripulantes a bordo.
La tensión se apoderó del cielo y la Tierra el 25 de junio de 1997. Progress, con 2.5 toneladas de alimentos y equipos, intentaba acoplarse a Mir, pero el cosmonauta Vasily Tsibliev calculó mal la velocidad y la trayectoria de la nave.
Sobre Tsibliev hablamos anteriormente en FayerWayer: es el dueño de un curioso récord. Te dejamos el link acá.
La colisión fue sentida por todos. Además de Tsibliev, en la estación rusa Mir se encontraban Alexander Lazutkin y el británico-norteamericano Collin Mike Foale.
Progress pesaba 7.200 kilogramos y, como recuerda Space News, era del tamaño de un autobús escolar. Al no responder adecuadamente a los comandos de frenado chocó contra un panel solar de Mir, ubicado en uno de los módulos de investigación Spektr.
El casco del módulo se rompió. Comenzaba a salir presión de aire y oxígeno.
La sangre fría de la tripulación ayudó a resolver el accidente en el espacio
Foale se retiró a la nave de escape Soyuz, cumpliendo con lo aprendido en los entrenamientos, pero los rusos Tsibliev y Lazutkin se quedaron a reparar la estación. Al percatarse, el británico-estadounidense regresó.
¿Qué ocurriría con ellos?
Tsibliev y Lazutkin se pusieron sus trajes y realizaron una caminata espacial para reparar el daño al módulo Spektr, conectando de nuevo las líneas eléctricas, mientras Foale manejaba los elementos desde la estación.
Los rusos pudieron sellar el módulo dañado, evitando una mayor pérdida de presión de aire y oxígeno. Pero la estación Mir se había salido de control, tardando varios días en estabilizarse.
Esquivaron lo peor. Finalmente, Mir siguió operando hasta 2001, luego de 15 años en órbita, cuando terminó desorbitado por la agencia espacial rusa Roscosmos. La Estación Espacial Internacional iniciaba su era, que permanece hasta la actualidad.
Aunque Tsibliev fue apuntado inicialmente, luego se comprendió que toda la maniobra la estaba realizando manualmente ya que los rusos no habían pagado por un programa automático. Incluso se dijo que habría sufrido un problema cardiovascular. Esto generó críticas y aceleró aún más el paso de Mir a la Estación Espacial Internacional.