El orden de los planetas con respecto al Sol, tal y como lo aprendimos desde la escuela, tiene a Mercurio como primero en la lista. Esta en una zona que los astrónomos califican como no habitable, debido a la radiación y temperaturas que puede registrar producto del calor que provoca la estrella masiva.
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Sin embargo, las teorías no son tan exactas cuando de temperaturas en Mercurio se habla. El primer planeta con respecto al Sol es frío. El fenómeno tiene una explicación que los científicos detallan en informes, después de décadas de observaciones sobre este, que es uno de los ocho mundos del sistema planetario que habitamos.
En primer lugar, tal y como lo explica el Dr. Alejandro Farah Simón, miembro del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Programa Espacial Universitario (PEU), en una charla con National Geographic, Mercurio registra una clara ausencia de atmósfera.
Eso significa que sin una capa atmosférica, no hay un efecto invernadero para retener el calor del Sol en la superficie del planeta. A eso se le suma una rotación muy lenta en comparación con su órbita alrededor del Sol.
Explican que Mercurio completa tres rotaciones alrededor de su eje por cada dos órbitas alrededor del Sol. Esta relación resulta en días extremadamente calurosos en la cara expuesta al Sol, pero las noches son extremadamente frías, ya que la falta de rotación prolonga la exposición a la noche fría del espacio.
Y como si fuera poco la superficie de este mundo está integrada en su mayoría por rocas y minerales altamente reflectantes, lo que significa que rebota gran parte de la radiación solar que recibe. Esto contribuye a mantener las temperaturas relativamente bajas en comparación con la cercanía al Sol.
Frío de noche, pero caluroso de día
Si bien este fenómeno hace que las temperaturas en este mundo sean capaces de llegar a unos -173 °C durante la noche, en el día se llegan a picos que se ubican en 427 °C durante, en las zonas más expuestas al Sol.
Lo que hace que, en promedio, lo aleje de ser el planeta más frío. Aunque, a pesar de su cercanía con el Sol, no es el más caliente, cuestión que ya es una locura para la lógica de la formación de los sistema solares.