El Telescopio Espacial Hubble de la NASA ha detectado la posible presencia de un agujero negro “raro” de tamaño intermedio cerca de la Tierra. Este agujero negro se encuentra en el cúmulo estelar globular Messier 4 (M4), a una distancia de 6.000 años luz.
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Como explica Aristegui Noticias, los agujeros negros se clasifican en dos tamaños: enormes y pequeños. Los primeros tienen masas de millones o miles de millones de veces la del Sol y se encuentran en los núcleos de las galaxias. Los segundos son mucho más pequeños, con masas que son solo algunas veces la del Sol, y se forman a partir de la explosión de estrellas.
Los agujeros negros de tamaño intermedio, por otro lado, tienen masas que van desde 100 hasta 100.000 veces la masa solar. Estos son menos comunes en el espacio y se han identificado algunos posibles ejemplos en el pasado. Se cree que estos agujeros negros intermedios podrían haber estado en el centro de galaxias enanas, aunque los datos existentes no son concluyentes y se exploran teorías alternativas.
¿Qué esconde el agujero negro descubierto?
El agujero negro detectado por el Hubble no es visible directamente, pero los científicos pudieron calcular su masa observando el movimiento de las estrellas atrapadas en su campo gravitatorio durante un período de 12 años. Además, los datos del telescopio parecen descartar teorías alternativas para explicar este objeto.
Eduardo Vitral del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial en Baltimore, Maryland, autor principal del estudio, explicó: “La región es más compacta de lo que podemos reproducir con simulaciones numéricas cuando consideramos una colección de agujeros negros, estrellas de neutrones y enanas blancas en el centro del cúmulo. No pueden formar una concentración de masa tan compacta”.
Teorías alternativas sugieren que en realidad podría tratarse de un cúmulo central compacto de remanentes estelares no resueltos, como estrellas de neutrones, o de agujeros negros más pequeños que interactúan entre sí. Sin embargo, una agrupación tan cercana de objetos sería dinámicamente inestable.
Para explicar los movimientos estelares observados, se requeriría aproximadamente 40 agujeros negros más pequeños aglomerados en un espacio de solo una décima parte de un año luz, lo que provocaría fusiones o expulsiones en un “juego de pinball interestelar”.