El Telescopio James Webb de la NASA se convirtió en un elemento tecnológico clave para la exploración espacial. Desde su lanzamiento, en diciembre de 2021, ha sorprendido a la comunidad científica con la visión que tiene del vasto universo.
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Recientemente, científicos publicaron un nuevo hallazgo gracias al Telescopio James Webb: vapor de agua en un mundo lejos del Sistema Solar. Utilizaron el espectógrafo de infrarrojo cercano (NIRSpec).
El estudio fue encabezado por Sarah Moran, de la Universidad de Arizona en Tucson.
Explica Moran que el exoplaneta rocoso GJ 486 b muestra “desconcertantes indicios de vapor de agua”. Este cuerpo se ubica cerca de una estrella, y tiene una temperatura de 430 grados Celsius.
Los investigadores señalan que, si el vapor de agua está asociado con el planeta, es que posee una atmósfera, pese a la altísima temperatura y a la proximidad de su estrella.
“Vemos una señal”, señala Moran en un comunicado de la NASA, “y es casi seguro que se debe al agua. Pero aún no podemos decir si esa agua es parte de la atmósfera del planeta, lo que significa que tiene una atmósfera, o si solo estamos viendo una firma de agua proveniente de la estrella”.
Así es el exoplaneta GJ 486 b, estudiado gracias al Telescopio James Webb
Si se le compara con el planeta Tierra, el exoplaneta GJ 486 b es un 30% más grande y tres veces más masivo. Es decir, posee una gravedad mayor a la de nuestro planeta.
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GJ 486 b gira alrededor de una estrella enana roja en poco menos de 1.5 días terrestres, y es posible que esté bloqueado por mateas, con un lado de día permanente y un lado de noche perpetua.
Ryan MacDonald, de la Universidad de Michigan en Ann Arbor, apunta: “No observamos evidencia de que el planeta cruzara ninguna mancha estelar durante los tránsitos. Pero eso no significa que no hay manchas en otras partes de la estrella”.
“Ese es exactamente el escenario físico que imprimiría esta señal de agua en los datos y podría terminar pareciéndose a una atmósfera planetaria”, agregó.
Los científicos esperan ahondar aún más en GJ 486 b utilizando el instrumento de infrarrojo medio (MIRI) del Telescopio James Webb, con el fin de observar el lado diurno del exoplaneta.
“Si el planeta no tiene atmósfera”, indica el comunicado de la NASA, “o solo una atmósfera delgada, se espera que la parte más caliente del lado diurno esté directamente debajo de la estrella. Sin embargo, si se desplaza el punto más caliente, eso indicaría una atmósfera que puede hacer circular el calor”.