Solo astronautas de Estados Unidos han pisado la Luna desde 1969: Neil Armstrong fue el primero, Gene Cernan y Harrison Schmitt, los últimos (1972). Y los norteamericanos planean volver, tras medio siglo, con cuatro astronautas disponibles para las misiones Artemis II y III. Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética lo intentó, pero sin éxito.
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Incluso, pensó en la colonización del satélite natural. Los soviéticos formaron el plan de establecerse en la zona con una base, que se llamaría Zvezda (Estrella, en ruso).
¿Por qué la Unión Soviética nunca llegó a la Luna?
Anatoly Zak, de Popular Mechanics, habla sobre dos intentos utilizando el cohete N1: uno el 21 de febrero de 1969 y otro justo 17 días antes del éxito de Armstrong y Buzz Aldrin, el 3 de julio de ese año. En la primera oportunidad, el vehículo falló luego de un minuto y ocho segundos en vuelo, por un problema en el sistema de propulsión.
¿Lo bueno? El cohete tuvo apenas daños. Pero el segundo intento no correría con tanta suerte, ascendiendo cerca de 100 metros y luego cayendo, tras congelarse en el aire, reventar un motor y explotar.
“En pases posteriores sobre el campo de pruebas soviético en Tyuratam, Kazajistán, los satélites espías estadounidenses vislumbraron una devastación total en una de las dos plataformas de lanzamiento conocidas por albergar el satélite lunar”, relata Zak.
Los soviéticos ganaron la carrera de poner el primer satélite en órbita, el Sputnik, y el primer hombre, Yuri Gagarin. Pero, ¿y la Luna?
Vendrían dos pruebas más, sin resultados positivos. Al final, todo quedaría en papel, desclasificado luego de la caída de la Unión Soviética.
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El proyecto Zvezda, la base lunar roja
Pero, ¿cómo era el plan soviético para establecer una base en la Luna? Para ello encomendaron a Vladimir Barmin el proyecto Zvezda.
El laboratorio lunar estaría conformado por tres etapas, con nueve módulos desplegables y móviles, incluso con ruedas. Su espacio habitable, según Javier Márquez, de Xataka, era de 22 metros cuadrados.
Habitaciones, laboratorio, cocina, gimnasio y otros elementos estarían divididos en los módulos. Incluso habría uno bajo el regolito lunar, para salvaguardarse de amenazas como micrometeoritos y radiación.
Finalmente, cuando en 1972 la Unión Soviética desistió de intentar con los vuelos a la Luna, también el plan Zvezda pasó al olvido. “Aunque los ambiciosos planes soviéticos para una base lunar nunca se materializaron”, señala Zak, “las últimas revelaciones brindan un vistazo poco común a los planes que los ingenieros rusos tenían bajo la manga si sus esfuerzos para construir un cohete lunar hubieran tenido éxito en la década de 1960″.
¿Volverá a pensar Rusia algún día en la Luna? Por los momentos, buscarán crear su propio laboratorio espacial, cuando terminen de salir de la Estación Espacial Internacional.
Mientras, Estados Unidos volverá al satélite natural, con el objetivo de la estación Gateway entre ceja y ceja. Conoce más sobre el proyecto norteamericano en este link de FayerWayer.