La compañía Takara Tomy nació literalmente de los escombros causados por los bombardeos estadounidenses sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial. Esta empresa de juguetes fue creada por Eiichiro Tomiyama a partir elementos metálicos de las ruinas de Tokio. En su haber tiene la fabricación de los Transformers y Beyblade: hoy, su robot SORA-Q va camino a la Luna.
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La Agencia Espacial Japonesa (JAXA), en un cohete de SpaceX y con una nave de la empresa nipona Ispace, viajó a la Luna a principios de diciembre y espera llegar a finales de abril de 2023, como parte de la Misión Hakuto.
En el cargamento que lleva Hakuto (conejo blanco, en japonés) a la Luna está el robot SORA-Q de Takara Tomy, que no solo podrá rodar, sino volar, además de identificar características geológicas usando Inteligencia Artificial y cámaras de 360 grados.
Todo en poco tiempo, debido a la batería básica que posee.
Takara Tomy pasó de construir B-29 y jeeps de juguetes con elementos reciclados de las ruinas de Tokio a Transformers, Beyblade y Zoids. Ahora tienen un robot, SORA-Q, en el espacio, rumbo hacia la Luna.
Una evolución enorme.
Así trabaja SORA-Q, el robot lunar de la empresa de juguetes Takara Tomy
The Newyorker realizó un exhaustivo reportaje con la empresa Takara Tomy, llegando hasta su sede en Tokio. Allí, Kenta Hashiba, miembro del equipo de ingeniería, mostró un prototipo del robot SORA-Q en una caja de arena sobre una mesa, similar a lo que se encontraría en la superficie lunar.
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Presionó un botón con un control remoto y la bola metálica se dividió en dos hemisferios, conectados a un núcleo cuadrado por ejes independientes. Encima del núcleo había dos cámaras; detrás de él, una especie de cola de metal curvo que sirve como un timón, manteniendo la esfera en posición vertical mientras rueda.
La pequeña batería de SORA-Q solo proporcionará energía suficiente para dos horas de actividad, pero recordemos que apenas es el primer paso. Si tiene éxito, en el futuro mejorará muchísimo.
“Estamos explorando para el futuro sistemas descentralizados, en los que múltiples robots de varios tamaños realizan varias tareas en grupo. SORA-Q podría ser uno de ellos”, indica Daichi Hirano, investigador principal asociado en el centro de innovación de JAXA.
No se alimentan, no se enferman y pueden hacer varias funciones sin necesidad de un entrenamiento costoso. Pero, hasta ahora, es solo un proyecto. Tal y como lo es SORA-Q, el robot japonés que va camino a la Luna.