Los cosmonautas rusos Sergei Prokopiev, Dmitry Petelin y el astronauta estadounidense de origen latino Frank Rubio están en peligro desde que se conoció que la nave Soyuz MS-22 sufrió una fuga de refrigerante por el impacto de un micrometeorito, lo que podría dejar varados en el espacio a los astrónomos.
La nave de Rusia, atracada en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), sufrió daños en la carcasa externa del módulo de servicio. Por su parte, la actual tripulación de la ISS, la rusa Anna Kikina, los estadounidenses Nicole Mann y Josh Cassada y el japonés Koichi Wakata no reportaron daños.
Los dos cosmonautas rusos y el estadounidense de raíces salvadoreñas llegaron a la ISS el 21 de septiembre, a bordo de un cohete ruso lanzado desde Kazajistán. Ahora, están enfrentándose a un escenario que no planeaba en su misión.
Según un comunicado de la agencia espacial rusa Roscosmos, el 14 de diciembre los viajeros se preparaban para una caminata espacial cuando se disparó un sistema de alerta, indicando una caída en la presión del sistema de enfriamiento.
En las imágenes difundidas por la NASA, se observa un chorro de partículas blancas escapando al espacio. Este líquido, que es el refrigerante, provenía de la parte trasera de la nave, atracada en el segmento ruso de la ISS.
¿Cuáles son los peligros que enfrentan los astronautas?
Además de quedar varados en el espacio, las agencias espaciales no han confirmado los riegos que están asumiendo los astronautas.
De acuerdo con el reporte publicado en el sitio web de Mega Noticias, en condiciones de normalidad, los ocupantes deben utilizar la misma nave para retornar a la Tierra después de seis meses, cuando finalice su misión en marzo de 2023.
La Soyuz aún podría funcionar como un vehículo de regreso, pero si Roscosmos y la NASA lo consideran inutilizable, Rubio, Prokopyev y Petelin quedarían varados a bordo de la ISS hasta que un vehículo de reemplazo sea trasladado al laboratorio en órbita en el que puedan volver a casa.